Doce detenidos en el Reino Unido por fraude en los hipódromos
Tres reconocidos jinetes, un entrenador y otros ocho profesionales de las carreras de caballos fueron detenidos ayer en el Reino Unido bajo sospecha de fraude. Los arrestos se efectuaron de madrugada en una operación dirigida por la policía de Londres. Más de 130 agentes intervinieron en las redadas. El campeón Kieron Fallon y sus colegas de pista Darren Williams y Fergal Lynch tuvieron un brusco despertar que puso fin a su intención de correr esa misma tarde en el hipódromo de York. La policía les relaciona con un turbio escándalo de carreras amañadas.
Hay mucho dinero en el negocio, que en Gran Bretaña se calcula cercano a los 12.000 millones de libras al año (unos 17.000 millones de euros). El fraude parece tener más repercusión en las apuestas por caballo perdedor -modalidad legal en el circuito anglosajón-, dada la dificultad de asegurar de antemano la victoria.
Incidentes turbios de otros jinetes, entrenadores y gestores de apuestas se han detectado en distintas y extrañas circunstancias, desde caídas de la montura aparentemente forzadas hasta dopaje de caballos e intercambio de información confidencial por teléfono móvil desde el paddock hasta las gradas. Los agentes que dirigieron las redadas sospechan que se ha cometido fraude en 80 carreras en los dos últimos años.
