_
_
_
_
Desde el Pacífico
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

'eGobierno': ¿Modernización o democratización?

LOS PARTIDARIOS del gobierno electrónico suelen promoverlo con excelentes intenciones. Quieren modernizar el Estado, asegurar transparencia y mejorar los servicios. Este loable esfuerzo, sin embargo, puede llevar a considerar a los ciudadanos como usuarios o clientes de dichos servicios y, por lo tanto, a minimizar su papel y condición.

"Hay cuatro enfoques principales de un gobierno electrónico", escribe Katherine Reilly en un libro recientemente publicado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales de Chile (FLACSO). Estos son: "mejoras en la gestión de la administración pública, provisión de servicios, transparencia, y facilitación de la participación ciudadana". En este marco la noción de servicio ocupa un papel central manifestado en los documentos y las prácticas de los ocho gobiernos latinoamericanos que estudia (México, Costa Rica, Republica Dominicana, Venezuela, Perú, Brasil, Uruguay y Chile).

Es necesario involucrar a la sociedad en el diseño de programas de gobierno electrónico. De no hacerlo el acceso a la información tendría poco sentido.
Los partidarios del gobierno electrónico suelen promoverlo con buenas intenciones. Quieren modernizar el Estado, asegurar transparencia y mejorar los servicios.

Una de las personas entrevistadas por Reilly denuncia "la institucionalización de un concepto de usuario que enfatiza sus roles como receptor, consumidor, cliente o beneficiario, relegando a un segundo plano sus potencialidades como emisores, productores y actores sociales". De esa manera se llega a reducir "el carácter interactivo" del "Internet ciudadano" al acceso a "paquetes de servicios disponibles en línea". Los ciudadanos son concebidos como el objeto de las actividades de gobierno electrónico y tratados como clientes.

"Una preocupación mayor de los grupos en pro del gobierno electrónico es la creación de un mercado para los servicios en línea que están implementando, debido en particular a la baja penetración de Internet en la región", explica Reilly.

"Cuando la relación gobierno-ciudadanos gira alrededor de servicios eficientes, el acceso se concibe como el establecimiento de un vínculo individual con el gobierno, la transparencia significa realizar encuestas de clientes". De manera inversa cuando el gobierno electrónico se concibe en el marco de la democratización "acceso quiere decir creación de redes comunitarias, transparencia quiere decir acceso a la información sobre las reglas del juego y participación ciudadana quiere decir debates y tomas de decisiones abiertos".

Para no caer en la trampa de una modernización sin democratización, Reilly propone medir los esfuerzos de gobierno electrónico en función de tres criterios: un acceso equitativo a lo que hace el gobierno y a la forma en la que trabaja; la implementación de servicios para resolver necesidades inmediatas, pero también para mejorar la capacidad de los ciudadanos de resolver sus propios problemas; por fin, el uso de Internet para "promover la ciudadanía", si además de una relación directa ciudadano-Estado "facilita la formación de redes ciudadanas". Hay una gran diferencia entre un gobierno electrónico "que se comunica con los ciudadanos como usuarios de servicios individuales y uno que se comunica con ellos como actores sociales o grupos".

"Para ser clara", dice Reilly, "no tengo nada en contra de proveer servicios mejores y más eficientes. Tengo un problema, sin embargo con quienes hacen de la provision de servicios el único objetivo del gobierno electrónico". Ciertos gobiernos hacen esfuerzos para involucrar a los ciudadanos. Informar es bueno, consultar es un significativo paso hacia delante pero no es suficiente a los ojos de Katherine Reilly, porque "cuando se llega a la etapa de la consulta, las grandes líneas del proyecto ya han sido establecidas".

Es necesario involucrar a la sociedad civil en el diseño de los programas de gobierno electrónico. De no hacerlo "el acceso a la información podría llegar a tener muy poco sentido". Como lo notan los gurús de la administración de empresa y de la informática, lo que cuenta se encuentra a nivel de la infraestructura y de los procesos.

KATHERINE REILLY: www.katherine.reilly.net/

AMÉRICA LATINA PUNTOGOB: http://hasp.axesnet.com/contenido/documentos/América%20Latina%20Puntogob%20final.pdf

FLACSO-Chile: www.flacso.cl

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_