La Mostra mezcla el riesgo con el 'glamour'
21 películas, entre ellas 'Mar adentro', de Alejandro Amenábar, concursan en el festival de cine de Venecia, que empieza mañana. La primera proyección será 'The terminal', de Steven Spielberg, con Tom Hanks y Catherine Zeta-Jones.
Venecia se dará a partir de mañana el baño de estrellas de todos los años. La Mostra de Cine número 61 arranca con una larguísima lista de invitados de Hollywood (Robert de Niro, Al Pacino, Nicole Kidman, Tom Hanks, Will Smith, Tom Cruise, John Travolta, Denzel Washington y Steven Spielberg, por citar algunos ejemplos) y con la ambición de reinventarse a sí misma. La combinación de películas y glamour no admite grandes variantes, la gracia consiste en las proporciones. Y el nuevo director, Marco Muller, cree haber encontrado las dosis exactas de cine de consumo masivo, cine para paladares exquisitos y espectáculo promocional: inicia el menú con The terminal, un plato de Spielberg y Hanks apto para todos los paladares y fuera de concurso; introduce en competición elementos inquietantes, como Birth, de Jonathan Glaser, y Mar adentro, de Alejandro Amenábar, y cierra con la presentación de Shark tale, una nueva película de dibujos animados con peces parlantes de voces celebérrimas. "El festival", dice Muller, "tiene que ser popular".
El fin de fiesta, con pantalla gigante en la plaza de San Marcos, será para los dibujos animados de 'Shark tale'
La primera polémica de la Mostra la proporcionó la elección del director. Marco Muller, 50 años, especialista en culturas orientales y políglota (20 idiomas, según su currículo), es también productor cinematográfico, con un oscar en el anaquel por No man's lands. "No hay conflicto, no he traído ninguna película mía, asunto solucionado", arguye Muller, quien afirma haberse encargado personalmente de la abrumadora tarea de preselección. Casi 2.400 filmes de todo el mundo aspiraban a una proyección en los cines del Lido. De esos miles quedan 71, de los que 21 competirán por el León de Oro y el resto distribuidos entre grandes preestrenos fuera de concurso, "noches golfas" (Muller quiere recuperar el espíritu de hace 20 años, cuando a medianoche los cines se convertían en estadios y el público rugía, vitoreaba o abucheaba) y programas especializados.
La parte del glamour acaba siendo la más problemática para la organización. Hay que dosificar la presencia de las estrellas de Hollywood, para que no haya jornadas deslumbrantes y jornadas mustias, y hay que tener en cuenta determinados detalles. Como, por ejemplo, que no conviene que Nicole Kidman y Tom Cruise, ex pareja mediocremente avenida, se crucen en el pasillo del hotel. Esto último está resuelto: Cruise, que presentará el thriller Colateral, llegará el día 3 y se marchará el 4; Kidman, protagonista de Birth, llegará el 6.
Birth es uno de los platos fuertes del concurso, uno de los sensores que permitirán medir el nivel de la Mostra. El filme de Jonathan Glazer, que recuerda a La semilla del diablo aunque sin presencias sobrenaturales, es la historia de una joven viuda neoyorquina perseguida por un muchacho que asegura ser la reencarnación del marido difunto. Otro plato fuerte es Mar adentro, el relato de Alejandro Amenábar sobre la vida de Ramón Sampedro, el marino tetrapléjico que sólo aspiraba a morir. Mira Nair, la cineasta india que ya triunfó en Venecia con La boda del monzón, hinca el diente esta vez en Vanity fair, nada menos, la obra maestra de William Tackeray, piedra fundacional de la novelística inglesa.
Otra obra que despierta grandes expectativas es Stray dogs (Perros vagabundos). Es el Afganistán de hoy, salido de la dictadura medieval talibán para caer en el caos absoluto del protectorado internacional, visto por una directora iraní, Marziyeh Meshkini, que dice haber pensado en su propio país mientras filmaba y haber seguido los cánones del neorrealismo italiano. La protagonista, Gol Ghoti, de siete años, es una niña de Kabul, huérfana, que erraba por las calles de la ciudad cuando Meshkini se fijó en ella. La cineasta la adoptó al terminar el rodaje, lo que proporciona un final feliz a la aventura y permite, de paso, que la niña acuda a Venecia para presentar la obra.
Al margen de la competición, lo más exótico es, sin duda, La princesa del monte Ledang, primera superproducción realizada en Malaisia, con un coste de 15 millones de dólares. El cine malayo nunca había participado en un festival occidental, y acude a Venecia con un abrumador respaldo institucional: la delegación estará encabezada por el príncipe heredero e incluirá a un par de ministros, una compañía de danza y los principales actores de la película.
Otra de las películas fuera de concurso llega con una aureola de virtual nominación al oscar sobre la cabeza del protagonista, Johnny Depp. Finding Neverland (En busca del país de nunca jamás) es la historia de James M. Barrie, el autor de Peter Pan, y de los hermanos Davies, inspiradores del personaje del niño que no quería crecer. Asegura, dicen, lágrimas y emociones tiernas. Depp, dicen también, hace un trabajo excepcional en su interpretación de Barrie. La presunta pedofilia de Barrie (no es casual que la mansión de Michael Jackson se llame precisamente Neverland) se deja al margen de la historia.
De Spike Lee, que aporta She hate me, un relato sobre un ejecutivo en paro que vende esperma a lesbianas deseosas de maternidad, se espera un sarcasmo malvado. De The terminal, una nueva colaboración entre Steven Spielberg y Tom Hanks, se espera lo contrario: una fábula dulce, que el director relaciona "con el espíritu cívico de Frank Capra", sobre un hombre que por un conflicto burocrático queda encerrado en la sala de tránsitos internacionales de un aeropuerto. El argumento está basado en la peripecia de sir Alfred, un ciudadano de origen iraní que lleva más de 10 años residiendo junto al McDonald's del aeropuerto parisino Charles de Gaulle.
Jonathan Denme reúne a Denzel Washington y Meryl Streep en un remake de El candidato de Manchuria. Michael Mann viste de malvado a Tom Cruise en Collateral, la peripecia de un asesino profesional a bordo de un taxi de Los Ángeles. Y Al Pacino se pone ropajes shakesperianos en El mercader de Venecia, acompañado por Jeremy Irons y dirigido por Michael Redford.
El fin de fiesta se servirá a lo grande, con pantalla gigante y en plena plaza de San Marcos: todos los honores para Shark tale (El cazatiburones), destinada a arrasar las taquillas en la campaña navideña. Se trata de una película de dibujos animados que sigue la estela de Nemo y en la que los peces hablan también con voces célebres, como las de Robert de Niro, Angelina Jolie, Will Smith, Renée Zellweger y Martin Scorsese.
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