Matón al volante
¿Será que soy un débil? ¿Será que no estoy hecho para vivir ahí fuera? ¿Será que no me entero? Salgo de cenar y tomar una copa. Es la 1.30 del domingo. En la calle de Fuencarral paro un taxi. Matrícula BNM. Huele mal. El taxista fuma. No ha preguntado si me molesta, pero fuma.
Tras unos metros, frente al mercado de Fuencarral, veo que no avanzamos, que seguimos parados detrás de un camión de basura. Le digo al taxista que me cobre, que me bajo, porque lo de la basura va para largo. Me contesta, desabrido, que "no van a limpiar a las tres".
Le digo que no es mi problema tras pagarle. Bajo y doy un portazo. Cuando le sobrepaso, me insulta. Le digo que me olvide. Sale del taxi. Me agrede. Paro el cabezazo poniendo la rodilla por delante. Me ha rozado la cara. Me ha tirado las gafas. Sube al taxi. Yo, estupefacto. Sale huyendo. Sigo anonadado. Llamo al 112. Denúncielo. Pero vaya a que le certifiquen las lesiones.
¿Qué lesiones? Vaya a comisaría. Voy a comisaría. Leganitos. Varios policías me atienden. Dicen que vaya a que me certifiquen las lesiones. No tengo lesiones físicas. Quizá sí de otro tipo. "Entonces, háganos caso", me dicen, "no denuncie aquí; es su palabra contra la suya".
Me voy indignado. Ahora ya sí pienso lo habitual: me tenía que haber enzarzado... debería haberle partido la cara... no debería haberle esperado. Pero ¿esto es verdad? ¿Qué hago? ¿Qué? ¿Alguien me dice qué puedo hacer sin resultar un matón? Resulta que todos me dicen que esto no ha sido más que "un intento de agresión". ¿Debería, quizá, haber realizado yo otro "intento de agresión"? Recuerden: BNM. Cuidado.
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