Segundo incendio intencionado en la misma comarca de Huelva en menos de 24 horas
Los dos siniestros prendieron en parajes a los que ya se intentó quemar durante este mes
Un nuevo incendio intencionado, el segundo registrado en la misma comarca de Huelva en menos de 24 horas, obligó a desalojar a unas 120 personas. El fuego comenzó a las 15.30 de ayer en El Campillo, a 19 kilómetros del lugar donde el día anterior se registró otro siniestro que afectó a 2.400 hectáreas y supuso el desalojo durante la noche de un millar de personas. Ambos incendios podrían tener el mismo autor o autores, a la vista de coincidencias como la hora, la cercanía geográfica y las intentonas frustradas de incendiar ambas zonas que se registraron hace semanas.
Los montes andaluces viven su peor año desde 1991, cuando se quemaron 65.544 hectáreas. En lo que va de año han ardido más de 42.500 hectáreas en Andalucía, pero lo más significativo es que el 72,58% de ellas se quemaron a partir de fuegos iniciados en la misma zona de Huelva, la comarca del Andévalo y alrededores.
En una de las localidades de la zona, Minas de Riotinto, arrancó el pasado 27 de julio el siniestro forestal más grave registrado en España desde 1991, que provocó la muerte de dos personas y calcinó 27.839,8 hectáreas. Un vecino de Riotinto está en prisión preventiva como supuesto autor del mismo.
A 25 kilómetros de esta localidad, en Sotiel, en el municipio de Calañas, comenzó el sábado otro incendio, originado a partir de cuatro focos a las 15.05. Este fuego, que obligó a evacuar a un millar de personas durante la madrugada del domingo, afectó a 2.400 hectáreas (1.700 forestales) y quedó controlado ayer por la mañana. Pocas horas después, a las 15.30, un vigilante del Plan Infoca, el dispositivo de extinción de incendios forestales de la Junta de Andalucía, alertaba sobre un nuevo fuego en el paraje del Puente de Cinco Ojos, a 19 kilómetros del lugar donde prendieron las llamas apenas 24 horas antes.
Los tres focos que desataron el incendio revelan su origen intencionado, pero los responsables del Plan Infoca sospechan que la autoría de este siniestro podría ser la misma que la del anterior. Si bien las investigaciones de la Guardia Civil se intensifican cuando los incendios ya están extinguidos -anoche se desplegó una operación policial para buscar a los autores-, los responsables del Plan Infoca aprecian demasiadas coincidencias en el origen de los dos fuegos que les inducen a creer que se trata del mismo autor o autores. La hora de inicio, alrededor de las 15.00, la existencia de varios focos en ambos casos y la proximidad geográfica son tres circunstancias que avalan la tesis de la misma autoría. Hay, además, otra coincidencia. En los dos parajes ya se registraron tentativas de incendio hace varias semanas.
Ausencia del retén
Curiosamente, desde que ocurrió esta intentona se había apostado un retén contraincendios y un vehículo autobomba en el paraje del Puente de Cinco Ojos, origen del fuego de ayer. Esta estrecha vigilancia, sin embargo, se interrumpió ayer por la mañana, cuando se desplazó este equipo hasta las localidades de Valverde del Camino y Calañas para sumarse al dispositivo que combatía el incendio declarado el sábado y que finalmente quedó controlado ayer por la mañana. Fuentes de la Consejería de Medio Ambiente señalaron ayer que los autores aprovecharon este desplazamiento para prender fuego a la zona a las 15.30.
A medianoche seguía activo el incendio entre El Campillo y Zalamea la Real, que obligó a evacuar por la tarde a 120 personas de la aldea de Traslasierra, de El Campillo, entre ellos un grupo de discapacitados. Buena parte de ellos pudo regresar por la noche. En la extinción trabajaban 139 personas, 18 medios aéreos y ocho máquinas pesadas de la Junta de Andalucía y el Ministerio de Medio Ambiente. El Plan Infoca esperaba controlar el fuego esta mañana.
El incendio iniciado el día anterior obligó a desalojar a unos 1.000 vecinos que se encontraban en las áreas residenciales de Puerto Blanco, La Parrilleja, Los Cristos y El Saltillo. María José Cejudo es una de las vecinas desalojadas: "Veíamos el fuego de Puerto Blanco. De repente, hacia las 12 de la noche, el viento cambió y empezó a soplar muy fuerte. Ya nos olíamos que tendríamos que irnos".
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