Reacción limitada

El descenso del precio del petróleo desde los máximos de la semana anterior ha permitido la recuperación en las bolsas, aunque todavía con un alto grado de incertidumbre. El Ibex 35 ha ganado el 2,27% y roza los 7.900 puntos, pero con unos volúmenes de contratación en niveles mínimos.

El precio del petróleo ha bajado más del 10% desde sus niveles máximos en esta semana y ello ha concedido un importante respiro a los mercados de valores, en los que los inversores todavía dejan ver un alto grado de incertidumbre y apenas arriesgan su dinero.

El Ibex 35 ha subido en estas cinco sesiones el 2,27% y se queda a las puertas de los 7.900 puntos, mientras que el índice general de la Bolsa de Madrid sube el 2,13% y cierra en 833,73.

Los inversores han respirado aliviados por el giro que ha dado el mercado del petróleo, pero no por ello las tienen todas consigo, como muestra el escaso riesgo que han asumido en estos días, en los que la contratación en el Mercado Continuo apenas ha superado los 1.000 millones de euros de media, en cuanto a las operaciones "abiertas", esto es, las que mueven el precio de los valores.

El descenso del precio del crudo ha quitado un peso de encima a los inversores, pero les deja la inquietud de las posibles repercusiones que tendrá esta temporada de precios altos para la economía, algo que se empezará a conocer en breve y que puede provocar ajustes en los mercados, dependiendo de lo que aporten los datos.

Así las cosas, el juego en las bolsas se ha basado en plazos muy cortos, prácticamente intradía, con la atención puesta en las noticias más inmediatas y dejando para después una lectura más amplia del mercado, ya que ahora nadie quiere asumir riesgos por más que se afirme que los precios son muy atractivos.

Los indicadores económicos conocidos en los últimos días justifican la prevención de los inversores, pues han venido a confirmar los síntomas de desaceleración.

El PIB del segundo trimestre en Estados Unidos fue revisado a la baja desde el 3,0% hasta el 2,8% y, aunque obtuvo una lectura benévola por parte de los analistas, no consiguió animar a los inversores que se fijaron más en la caída desde el 4,5% del primer trimestre que en lo corto de esta última revisión.

La Bolsa española siguió la tendencia dominante y apenas una decena de valores han conseguido, con sus cuestiones particulares, sustraerse a la lentitud de las reacciones. Para muchos inversores, esa lentitud en la recuperación de las cotizaciones es un síntoma más de desconfianza, lo que ha servido para retroalimentar el proceso y llevar al aburrimiento a los escasos asistentes a las sesiones en el parqué.

Para los próximos días, y ya con el nuevo curso en marcha, se esperan algunas novedades en el corto plazo por los ajustes que se efectuarán en las carteras.