"Mi dimisión fue una sorpresa para Chaves"
Hace medio año, José Antonio Viera (Sevilla, 1946), estaba convencido de que seguía como consejero de Empleo y Desarrollo Tecnológico. Después de las elecciones del 14 de marzo, sin embargo, acabó de delegado del nuevo Gobierno central (PSOE) en Andalucía. Decidió dimitir esta semana para centrarse en la secretaría provincial del PSOE de Sevilla, cargo que logró en julio, con el respaldo de la dirección regional, tras una reñida votación con José Caballos.
Pregunta. Han sido mucho cambios y también muchas renuncias.
Respuesta. Siempre tengo que agradecerle al partido las posibilidades que me ha dado para hacer política y tengo el orgullo de haber cumplido muchos de mis sueños. He de reconocer que no continuar al frente de la Consejería de Empleo supuso para mí una cierta decepción. Cuando se me pidió ser delegado del Gobierno, me he entregado en cuerpo y alma a esa tarea, no estaba en el guión que yo apareciera en el panorama orgánico del PSOE. A mí me preocupó en esos días que Sevilla pudiese quedarse descolgada de la estructura unida de todo el PSOE de Andalucía, pero no se me dio ninguna orden ni se me hace ninguna petición para ser secretario. Tengo una magnífica sintonía con el secretario general [Manuel Chaves], eso también pesó, pero por encima, ha estado mi responsabilidad y que he creído que el partido me necesitaba. Soy consciente de las renuncias, pero ahora estoy en clave sevillana.
"Estoy convencido de que en 2005 el 100% de los militantes sevillanos me apoyarán"
P. Al principio defendió que los cargos eran compatibles, ¿por qué cambio de opinión?
R. Yo, primero, apliqué el criterio que estaba generalizado en mi partido: un ministro de Industria, como José Montilla, es secretario general en Cataluña, y también hay consejeros autonómicos que son secretarios provinciales. Pero dejé la reflexión definitiva para el periodo vacacional. Y he llegado a la conclusión de que Sevilla está en un momento crucial, con proyectos muy importantes en el horizonte y también situaciones de crisis que hay que afrontar. Pensé que mi cargo de delegado de Gobierno podía llegar a interferir con mis responsabilidades en el partido.
P. ¿Qué pesó más, las críticas de la oposición o el criterio de su partido?
R. Nada de eso ha habido. El PP tiene muy poca influencia en mi pensamiento personal. Respecto a mi partido, el secretario general [Manuel Chaves] no lo veía, para él ha sido una sorpresa cuando le planteé que creía que era más importante ser un buen secretario general que compaginar la Delegación del Gobierno y la secretaría general. También se han sorprendido los ministros de Interior y Administraciones Públicas. Pero cuando lo he argumentado, han entendido mi postura.
P. Su decisión personal coincide con que Luis Navarrete, que respaldó a Caballos en el congreso provincial, deja la presidencia de la Diputación para dirigir Caja San Fernando. Y con que Fernando Rodríguez Villalobos, que le apoyo a usted pasa a presidir la Diputación. ¿Es sólo coincidencia?
R. No tiene que ver. En el caso de la caja, hemos tenido la desgracia de perder a un hombre tan valioso como Alfredo Pérez Cano y eso abre una puerta que no estaba en ninguna previsión. En pleno encaje de la fusión [entre las cajas sevillanas El Monte y San Fernando], necesitamos una persona con conocimiento de la caja, como Luis Navarrete, que la impulse. Y se da la coincidencia de que tengo una magnífica relación personal tanto con él, como con el presidente de El Monte. Hay también la posibilidad de que Rodríguez Villalobos sustituya a Navarrete en la presidencia de la Diputación, es uno de los candidatos, pero eso no se ha dado todavía.
P. ¿Y Caballos no debe seguir como portavoz parlamentario?
R. Nadie duda de que Pepe Caballos es una figura valiosa como parlamentario y su trayectoria lo avala. Pero también hay que comprender que ha habido acontecimientos en los últimos meses que influyen en el futuro de esa portavocía. Es una decisión de la dirección regional, pero yo no estaría en contra de que siguiese.
P. Caballos logró el apoyo del 45% de los socialistas sevillanos, ¿hay peligro de ruptura?
R. Si alguna virtud tengo como dirigente político es que he sido capaz de hacer equipo, e integrar voluntades. El congreso ha terminado, el resultado ha sido limpio y democrático, y a partir de ahí a mí me cabe sumar las capacidades que estaban en el 45% para que aporten al proyecto. Estoy convencido en que al principo del 2005 estaremos hablando del 100% de los militantes apoyando a la ejecutiva provincial y a su secretario general.
P. Ahora espera que el Gobierno le dé un nuevo cargo dentro. ¿Es para compensar el sueldo que deja de cobrar?
R. Los partidos políticos en general no retribuyen a sus dirigentes, sino que habitualmente los secretarios generales hacen coincidir esa actividad con alguna actividad institucional: la Diputación, el Parlamento o el Gobierno. Yo renuncié en su día a ser parlamentario porque era incompatible con la Delegación del Gobierno, y ahora he considerado oportuno renunciar a ser delegado para tener una actividad partidaria. Es lícito que yo pueda tener alguna responsabilidad pública o privada, en donde haré mi trabajo de manera honesta, que no me impida en ningún caso ejercer mi actividad como secretario general con una dedicación suficente. Hay cientos de ejemplos de ello, y las críticas del PP en esto me parecen escandalosas.
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