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Columna
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Tortilla

- Tortilla: Estas líneas van dedicadas a los hombres y mujeres del pasado que permanecen ignorados y que a lo largo de la historia descubrieron nuevas aplicaciones de las cosas

o crearon nuevas técnicas o conceptos que contribuyeron de modo importante a la evolución de la cultura humana. Es el caso del inventor de la rueda, o del primero que sazonó los alimentos con sal, del primero que hizo una ensalada o del creador de la tortilla.

Pues, sí, señores, no sabemos cuándo se hizo

la primera tortilla, pero el primero al que se le ocurrió cuajar unos huevos con una grasa caliente merecería un homenaje. Dicen que si fueron los romanos, que si nació en Italia... Bueno, como no lo sabemos y difícilmente lo sabremos, aquí va nuestro homenaje al creador anónimo de la tortilla. Del huevo frito, por cierto, hablaremos próximamente.

- Tortilla de patatas: Este plato es uno de mis preferidos y por eso les voy a dar mi receta, en la que el peso es muy importante, ya que una tortilla se parece más a una receta de pastelería que de cocina. En el fondo, es una ecuación: huevos / patata / sartén / fuego, y si quiere ponerle cebolla, usted mismo. Aquí va la receta. Se necesitan en primer lugar 550 gramos de patata Kanabech (si no encuentran de este tipo, también vale con otro), que pelarán y cortarán por la mitad a lo largo; a continuación, vuelvan a cortar por tres cada media patata. El resultado serán unas láminas delgadas de unos 3 milímetros y de unos 2 - 2 centímetros de superficie. Nos quedarán unos 450 gramos de patatas cortadas que no hay que lavar. Se ponen a freír con 200 gramos de aceite virgen aromático pero no demasiado fuerte en una sartén grande a 170-180º C. Algunas patatas quedarán doradas, pero es bueno que el aceite no acabe de cubrir del todo la patata, ya que así quedan distintas texturas de la misma. La duración de la cocción se sitúa entre los 15 y los 18 minutos, aproximadamente. La patata no ha quedado tan deshidratada, por lo que el interior está blando y el exterior, crujiente. No hay que preocuparse si algunas patatas quedan pegadas entre ellas. Esto es bueno. Una vez fritas, las patatas se escurren con papel absorbente y se ponen a punto de sal. Las patatas fritas resultantes pesan unos 160 gramos.

Con antelación, habremos batido nueve huevos de corral con un peso limpio en total de 410 gramos. Los huevos se tienen que batir mucho, de modo que el resultado sea esponjoso, lo que hará que al dejar la tortilla poco hecha quede cremosa. Se pone a punto de sal y se mezcla bien con la espátula. Mientras, se calienta una sartén antiadherente de unos 20 centímetros de base, con un poco de aceite de oliva, y se hace la tortilla. Hay que evitar que la sartén esté excesivamente caliente, ya que si no la tortilla no quedará completamente plana y cogerá olor. Se añade el huevo, se mezcla bien y se retira del fuego para que haga una fina capa y cueza lentamente (unos dos minutos). Luego se vuelve al fuego, se cuece la otra cara igual que la anterior, se retira y a servir. Es aconsejable dejar reposar la tortilla unos tres minutos antes de comérsela. La dimensión de la tortilla es de 17 centímetros de diámetro por 2 de grosor.

Ya sé que la receta es larga, pero funciona si usted quiere una tortilla siempre igual. Si no, pasa lo que pasa, que cada día nos sale diferente. Pido perdón a los que ya dominen el arte de hacer una tortilla, pero es que, si no somos precisos nos pasa como cuando cambiamos cada dos por tres la receta de un bizcocho. ¡Ah! Si esto les parece un coñazo, se hace una tortilla con chips, que es genial. Pero eso sí, las chips que estén hechas con aceite de oliva. Haga los preparativos igual, pero se ahorra el pelar, el cortar y el freír las patatas, que sustituirá por las chips. Decida usted mismo.

Con la colaboración de Xavier Moret.

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