A vueltas con la medalla de Hamm

El estadounidense Paul Hamm perdió el equilibrio y se cayó. Terminó el ejercicio y se sentó en una silla aguardando a su siguiente turno con la cara de quien ya sabe que todas sus opciones están perdidas. Que el triunfo en la final individual de gimnasia era imposible. Pero resultó que no. Que no era imposible. Sólo que para que la milagrosa remontada de Hamm se produjera, fue necesario que los jueces puntuasen de forma incorrecta al surcoreano Yang Tae-Young. La Federación Internacional de Gimnasia sancionó a los tres jueces -entre ellos a uno español- que minusvaloraron el ejercicio del surcoreano, pero al no haberse hecho la reclamación a tiempo, la medalla de oro seguiría colgada del cuello Hamm.

Ayer, el Comité olímpico estadounidense denunció las presiones "ultrajantes" de la Federación Internacional de Gimnasia,que pretende hacer que el estadounidense Paul Hamm devuelva ahora la medalla de oro lograda en el concurso individual. El Comité Olímpico Estadounidense mostró su indignación, en un comunicado, al haber recibido una carta del presidente de la Federación Internacional de Gimnasia, Bruno Grandi, solicitándole a Hamm que devolviera su medalla, al considerar probado que en la final individual se registró un error de los jueces, en detrimiento del surcoreano Yang Tae-young -se decidió que la nota de salida de uno de sus ejercicios era de 9,90 cuando la puntuación correcta hubiese sido de 10-.

El comunicado del Comité estadounidense es muy duro y excluye cualquier posibilidad de que la devolución de la medalla se produzca, aunque propone como solución que haya dos medallas de oro: "Vemos en la carta de Grandi una tentativa flagrante e inapropiada de la Federación Internacional de Gimnasia de faltar, una vez más, a sus responsabilidades que en este caso emanan de sus propios errores, y de presionar a Hamm para resolver una situación molesta para ella", explica el comité americano. "Consideramos esta petición como indecente, ultrajante y fuera de los límites de lo aceptable por lo que nos negamos a transmitirle la carta a Hamm ", prosigue el comunicado.

La delegación americana, sin embargo, no rechaza la posibilidad de que al coreano se le pueda otorgar una segunda medalla de oro, una alternativa que el presidente del COI, Jacques Rogge, que ha rehusado intervenir en la polémica, descarta.

Tres días después del concurso individual, la FIG había reconocido que un error de los jueces había privado a Yang Tae-young de la medalla de oro. Este había visto como un ejericio de dificultad 10 había sido valorado sobre 9,90. Paul Hamm, el primer campeón olímpico americano en el concurso completo, se había impuesto con 57,823 puntos. Yang Tae-Young se hizo con la medalla de bronce con 57,774 puntos, con lo que entre ambos había una distancia de 49 milésimas.

El error en de una décima de punto, es decir 100 millésimas partes. Pero al surcoreano se le debía haber restituido la medalla de oro.

El FIG había suspendido a los jueces concernidos, pero conforme marca el reglamento, se negó a retirarle el título al estadounidense para dárselo al coreano Yang Tae-young.