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Puig da alas al grupo de CDC que pide el 'no' a la Constitución europea

El ex presidente pide "respeto" para los que defienden el 'no'

El portavoz parlamentario de Convergència i Unió (CiU) y vicesecretario general de Convergència Democràtica (CDC), Felip Puig, dio ayer alas a los sectores de su partido que están organizándose contra la Constitución europea al asegurar que ve "imposible" votar a favor de la futura Carta Magna. El presidente de CiU, Jordi Pujol, no llegó a tanto, pero en su tradicional cena de fin de vacaciones en Ripoll (Ripollès) se mostró comprensivo con los militantes que han empezado a organizarse contra la Constitución y calificó a algunos de sus promotores de "gente positiva".

Puig consideró que la reciente formación de la plataforma Euroconvergents pel No es un factor "de enriquecimiento del debate interno", a pesar de que el secretario general de CDC, Artur Mas, ha pedido explícitamente a los dirigentes del partido que se abstengan de expresar opiniones personales sobre la Constitución europea, un asunto que divide a Convergència y a este partido con sus socios de Unió Democràtica (UDC). Convergència celebrará un congreso extraordinario para decidir su voto ante el referéndum que convocará el Gobierno central para ratificar la Constitución europea.

El grupo Euroconvergents pel No está recogiendo adhesiones a un manifiesto que aboga por el rechazo de los nacionalistas catalanes a la Constitución europea. La iniciativa partió de Jordi Puigneró, el militante de Sant Cugat del Vallès (Vallès Occidental) que en el último congreso de CDC promovió una enmienda contra el nuevo texto europeo y que, en la práctica, acabó provocando la convocatoria del congreso extraordinario.El núcleo inicial de convergentes que lanzó el manifiesto contra la Constitución europea lo integran una treintena de militantes de base y concejales, especialmente de Figueres, Sant Cugat del Vallès y Reus. Entre ellos destaca el ex senador y ex consejero de la Generalitat Narcís Oliveras.

Uno de sus promotores, el historiador Santi Vila -experto en el clérigo reaccionario Fèlix Sardà i Salvany-, explicó a este diario que se trata de un movimiento "que sale de la base con mucha humildad" y que tiene una raíz "muy europeísta". Estos militantes están adscritos al sector más nacionalista y, tras años de aceptar la colaboración de CiU con el PP, han encontrado ahora una causa para defender conjuntamente con Esquerra Republicana (ERC), también muy crítica con la Constitución.

Felip Puig, uno de los máximo dirigentes de CDC, explicó el nacimiento de esta corriente como una expresión de la "vitalidad" del partido. En lugar de desautorizarla, la alentó reiterando las reservas que él mismo tiene ante el proyecto constitucional. "El texto no recoge la realidad nacional ni lingüística de Cataluña", afirmó, y por ello, añadió, rotundo: "No veo posible votar a favor".

Además de Puig, otros destacados dirigentes del partido -Xavier Trias y el ex eurodiputado Joan Vallvé- han expresado su oposición al texto pese al silencio exigido por Artur Mas, aunque por ahora no han suscrito el documento. En cambio, la Constitución es defendida por los históricos de CDC Miquel Roca y Josep Maria Cullell, que ya han dicho que votarán a favor, y también por Unió Democràtica.

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El presidente de CiU, Jordi Pujol, fue ayer condescendiente con la plataforma opositora de militantes de CDC contraria a la Constitución europea y, por extensión, hacia todas las voces críticas que han surgido en el partido. "Conozco a algunos de ellos; son gente positiva; no lo plantea con ganas de crear tensión", aseguró Pujol en la tradicional cena de militantes de CDC que se celebra desde hace 20 años en el Ripollès al concluir las vacaciones.

El ex presidente de la Generalitat considera que "es lógico que la gente se movilice". Pujol añadió que la gente que está por el no merece "el respeto de todos", y añadió que "algunos se sienten dolidos por cómo ha ido todo el proceso europeo". El presidente de CiU afirmó que no dará su opinión hasta el congreso extraordinario. "En CiU hay gente que a título individual ha dicho que no y otros que han dicho que sí; es el problema que ahora tenemos".

En la cena, celebrada en un restaurante de Ripoll, asistieron unos 220 militantes del partido. Pujol, que acudió al ágape por vez primera como ex presidente, aseguró que el debate interno que ha generado el referéndum sobre Europa demuestra que el partido tiene vitalidad y "mucha discusión interna". "CiU está en un momento en el que se debe replantear cosas", afirmó.

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