Los líderes chiíes logran un acuerdo para poner fin a los combates en Nayaf

El ayatolá Alí al Sistani, máxima autoridad de los chiíes de Irak, alcanzó anoche un acuerdo con el clérigo rebelde Múqtada al Sáder para que las milicias de éste depongan las armas en Nayaf, escenario de violentos combates con las tropas de EE UU en las últimas semanas. El acuerdo establece la salida de las milicias del Ejército del Mahdi de la mezquita de Alí y la retirada de la ciudad santa y de la vecina Kufa de todos los grupos armados, incluidos los soldados estadounidenses. La policía iraquí se encargará de vigilar la zona. El alto el fuego se alcanzó tras una jornada en la que más de 70 personas murieron en varios choques armados.

Un portavoz de Al Sistani anunció que el líder rebelde ha aceptado todos los términos del plan de paz. El gran ayatolá instó anoche al Gobierno interino iraquí a que permita entrar en Nayaf a los miles de seguidores concentrados en las afueras de la ciudad, llegados de distintas partes de Irak durante una de las jornadas más sangrientas desde la toma de posesión del primer ministro Ayad Alaui, a finales de junio pasado.

Al menos 15 seguidores de Al Sistani murieron y otros 65 resultaron heridos cuando la policía iraquí abrió fuego en Nayaf contra la multitud, que trataba de llegar hasta el centro de la ciudad. "De repente, un grupo de hombres armados se sumó a nuestra marcha y disparó contra los agentes, que respondieron con sus armas en todas las direcciones", aseguró un hombre ingresado en el hospital de Nayaf, donde yacían en el suelo cadáveres ensangrentados.

En la vecina Kufa, un ataque con morteros contra la principal mezquita de la ciudad dejó al menos 25 muertos entre los partidarios de Al Sáder. Anoche no se había determinado quién disparó los proyectiles, que impactaron en un patio del templo abarrotado de fieles. En otro grave incidente, manifestantes chiíes que intentaban marchar desde Kufa hasta Nayaf fueron tiroteados por pistoleros desconocidos, con un resultado de al menos 20 muertos.