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El juez del 11-M deja en libertad al sirio detenido en Valencia

El confidente Zouhier reitera que informó de los explosivos

El juez instructor del 11-M, Juan del Olmo, dejó ayer en libertad al ciudadano sirio Safwan Sabagh, detenido el pasado viernes en Valencia, en ausencia de pruebas concluyentes que le vinculen a los atentados. Sabagh, cuya detención se prorrogó las últimas 72 horas para realizar unas comprobaciones, tendrá que comparecer semanalmente en un juzgado y no podrá abandonar el territorio nacional.

El pasado lunes, el juez Del Olmo prorrogó durante 72 horas la detención del ciudadano sirio Safwan Sabagh para realizar unas comprobaciones sobre los números de un teléfono fijo y otro móvil correspondientes al sospechoso, que habían aparecido anotados en un manuscrito en el Skoda Fabia utilizado por los terroristas y aparecido en Alcalá de Henares el pasado 13 de junio. Durante el interrogatorio, Sabagh admitió que le había facilitado los números de teléfono de su móvil y de su negocio de asador de pollos a Allekane Laamari, un argelino al que se sospecha pudiera corresponder el perfil genético del séptimo suicida del piso de Leganés, perfil que apareció también en el Skoda Fabia de Alcalá de Henares.

Sabagh también justificó la aparición de una huella suya en un libro de rezos coránicos encontrado entre los vestigios del piso de Leganés donde se suicidaron siete de los terroristas del 11-M asegurando que envió dicho ejemplar a Laamari en 1998 cuando éste se hallaba en prisión. Este envío fue atribuido erróneamente al imán de Torrent (Valencia) Abdelkrim Beghadali, detenido el mismo día que Sabagh, y que quedó en libertad el pasado viernes.

Según la versión de Sabagh, las huellas habrían permanecido tanto tiempo en el libro debido a que en el asador de pollos que regentaba tenía las manos constantemente impregnadas de grasa. Según las fuentes de la investigación consultadas ayer, las diligencias policiales practicadas para comprobar esa afirmación no habrían ofrecido resultados concluyentes, por lo que el juez decidió la libertad del ciudadano sirio.

Las comprobaciones sobre los números de teléfono que Sabagh dijo haber facilitado a Laamari tampoco aportaron ningún dato novedoso.

El pasado viernes, el imán de Torrent, Abdelkrim Beghadali, justificó la aparición de sus huellas en el libro de rezos encontrado en Leganés en que por su condición de imán maneja muchos libros de rezos en las mezquitas que visita. Beghadali señaló, en contra de lo que se le atribuyó erróneamente, que nunca había tenido contacto con Laamari.

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Tras la práctica de las diligencias judiciales y a falta de otras evidencias, el juzgado ha tenido que conformarse por el momento con las explicaciones de los detenidos sobre la aparición de las huellas de ambos en un libro del piso de Leganés.

Por su parte, el juez volvió a interrogar ayer al confidente Rafá Zouhier, quien ratificó que avisó a la Guardia Civil de que el asturiano José Emilio Suárez Trashorras y su cuñado Antonio Toro le habían ofrecido explosivos. El juez le llamó para comprobar la declaración de una novia del marroquí que declaró que el mismo día que Zouhier fue apuñalado en una discoteca tenía las heridas causadas por un detonador.

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