Marcelo González Martín, cardenal arzobispo emérito de Toledo
El cardenal arzobispo emérito de Toledo Marcelo González Martín, falleció el miércoles 25 de agosto a los 86 años en Fuentes de Nava (Palencia). Su salud había sufrido un deterioro continuado durante los últimos tiempos.
Primado de España durante 23 años y uno de los prelados más influyentes en la España del siglo XX, Marcelo González Martín evolucionó desde un catolicismo social para acabar personalizando al sector más conservador de la Iglesia
Nacido en Villanubla, Valladolid, el 16 de enero de 1918, ingresó en 1935 en el Seminario Diocesano de Valladolid, donde cursó estudios eclesiásticos. En 1940 se doctoró en Teología por la Pontificia de Comillas y fue ordenado sacerdote al año siguiente.
En Valladolid desempeñó una labor social que todavía hoy se recuerda, muy ligado a Acción Católica, a Cáritas y a las necesidades de la clase trabajadora en la posguerra. En estos años también ejerció la docencia dando clases de Teología Dogmática en el Seminario y de Religión en las facultades de Medicina y Derecho de la Universidad de Valladolid.
En 1960, fue nombrado obispo de Astorga (León). A los 42 años se convirtió en el prelado más joven de España. Durante este tiempo asistió a las sesiones del Concilio Vaticano II y personificaba a una nueva generación más preparada de sacerdotes, con preocupaciones sociales y cercana al aperturismo esperado del concilio y Pablo VI
En febrero de 1966 fue designado arzobispo coadjutor, con derecho a sucesión de Gregorio Modrego Casaus, del Arzobispado de Barcelona, al que accedió en enero de 1967. El nombramiento de un obispo castellano desencadenó una fuerte oposición catalanista que se materializó en la campaña Volem Bisbes Catalans (Queremos obispos catalanes), tras la cual la Santa Sede nombró cuatro obispos auxiliares, todos catalanes, para las tareas pastorales. En Barcelona sólo pasó cinco años, y en 1971 fue designado arzobispo de la sede primada de Toledo. Es en la última década del franquismo cuando Marcelo González inicia un giro radical hacia posiciones mucho más conservadoras. De hecho, en el funeral de Franco, a quien ridió todo un homenaje, la ultraderecha insultaba al cardenal Vicente Enrique y Tarancón, le tildaba de "asesino" y "farsante", mientras vitoreaba a "don Marcelo" gritando "Viva el cardenal primado", "Viva el obispo de España".
En la transición protagonizó varias campañas contra iniciativas reformistas; quizás las más sonadas fueron su ofensiva contra contra la Ley del Divorcio de 1981, porque en su opinión atacaba los valores morales de la familia, y su pastoral contra la Constitución de 1978, a la que calificaba de "atea" y en la que anunciaba los "daños irreparables" que iba a causar a la sociedad española.
En diciembre de 1972 fue elegido miembro de número de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Fue designado cardenal un año después y desde 1998 era académico de honor de la Real Academia de Doctores. De sus trabajos literarios destaca el libro titulado Don Enrique de Ossó o la fuerza del sacerdocio, biografía del fundador de la Congregación de la Compañía de Santa Teresa de Jesús.
Cesó como presidente de la Comisión Episcopal de Liturgia en 1990 y tres años más tarde presentó su renuncia al Papa como arzobispo de Toledo y primado de España, al cumplir 75 años.
Numerosas condolencias ha provocado la muerte de Marcelo González Martín, especialmente en el seno de la Iglesia católica. El Papa envió ayer un mensaje de pésame al actual arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, en el que subraya la abnegada acción pastoral del fallecido y su trabajo para la aplicación de la doctrina del Concilio Vaticano II. A su vez el presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Antonio María Rouco, ha destacado la entrega personal sin límites del que fuera cardenal primado y que junto con otras grandes figuras del episcopado guió la Iglesia en España "en años difíciles, en épocas históricamente decisivas". Rouco presidirá mañana el funeral que se celebrará en Toledo y que oficiará el actual arzobispo de la capital castellano-manchega.
El ministro de Defensa, José Bono, que durante su etapa de presidente de Castilla-La Mancha consolidó una estrecha amistad con Marcelo González Martín, se trasladó el miércoles desde Baleares hasta Fuentes de Nava (Palencia), donde llegó poco antes de la muerte del cardenal. Ayer, Bono señaló que le debía mucho, "nada material, todo relacionado con mi creencia, con mi fe, con aspectos espirituales".
El funeral se celebrará mañana, a las 12.00, en la iglesia catedral primada de Toledo.-
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