Residencia en Puerto de Santa María
He visitado la residencia de ancianos que la Diputación ha inaugurado recientemente en la calle Zarza, nº 3, de El Puerto de Santa María.
Me ha sorprendido que en una edificación tan moderna hayan eliminado el aire acondicionado, dicen que por falta de presupuesto. Tengo entendido que los trabajadores, a través de los sindicatos, han presentado una demanda por las altísimas temperaturas en las que desarrollan su labor.
El mobiliario geriátricamente será correcto, pero las sillas parecen pensadas para climas fríos. Ancianos con movilidad reducida se han producido escaras, con el agravante de la prohibición de que no pueden reposar los pies en alto en la zona común.
La zona común, salón-comedor-estar-sala de televisión-cafetería-zona fumador y sala de actividades diversas (todo junto, pues no existe separación física en lo enumerado), está aderezada con los olores de la cocina.
No podía dejar pasar la ocasión de hacer llegar estas observaciones, ya que algunos de los temas son lo suficientemente graves como para que el asunto económico pase a un segundo término, pues la suerte es que, hasta la fecha, no ha ocurrido ninguna desgracia personal, porque luego no vale lamentarlo, echar la culpa al tiempo o al presupuesto.
