Budiño pone al día la tradición gallega

"Mi obra está hecha con zumo de tierra y miel de la tradición gallega". Esta frase que el gran literato Emilio Castelao pronunció en los años cincuenta en una alocución para los inmigrantes gallegos ha servido de inspiración permanente para el nuevo disco de Xosé Manuel Budiño, Zume de terra. El gaitero de Moaña (Pontevedra) se ha propuesto en su tercer trabajo "poner al día" el legado de los ancestros bajo el prisma de las nuevas tecnologías. El álbum incluye como propina A Santiago vente xa, una de las melodías oficiales de este Xacobeo.

Casi cuatro años ha tardado Budiño en encontrarle un sucesor a Arredor, el disco que en el año 2000 le confirmó como uno de los mejores gaiteros de la órbita celta. Zume de terra se ha grabado laboriosamente en su estudio casero, exprimiendo todas las posibilidades que ahora proporcionan las máquinas. "He querido ser perfeccionista, pero a la vez espontáneo", matiza el autor. "Para las partes orgánicas he preferido incluir primeras y segundas tomas. El peligro de los discos grabados en casa es que a menudo suenan demasiado elaborados".

Moderna y amena

El resultado es una obra moderna y amena, en la que el repiqueteo en una cantera de piedra puede compartir protagonismo con los bucles electrónicos (loops) y el rugido demoledor de la gaita. "Buscaba, sobre todo, un disco pletórico de melodías y muy terruñero, con olor a Galicia. No he querido parecer rebuscado. A la gente no le apetece y a mí, desde luego, tampoco".

Las influencias geográficas son muy diversas, como revela la nómina de colaboradores. Junto a la participación de los escoceses Capercaillie, emblemáticos en la escena celta, el bretón Jacky Molard, el portugués Júlio Pereira o la gallega Uxía Senlle, Zume de terra aporta sorpresas como las voces de la caboverdiana Sara Tavares -"la descubrí navegando por Internet y me prometí que le escribiría una canción"- o la brasileña Lilian Vieira, del grupo Zuco 103. "Los puristas ya saben que yo soy un culo inquieto", proclama Budiño. "Bebo de mis antepasados gallegos, ése es el punto de partida; pero luego aflora en mí esa esponja que se empapa de todo lo que le llega, sin preguntar de dónde".

En sus primeras semanas de andadura, Zume de terra está confirmando a Budiño como un favorito de la crítica, una condición que le acompaña desde que debutara con Paralaia (1997). Sin embargo, aún está por ver si su nombre se populariza más allá de los círculos especializados. "Nunca me he planteado mi carrera como la de un velocista".