Caminos paralelos

10 de agosto de 1984. Los Ángeles. Una fecha histórica para el mayor éxito deportivo del baloncesto español a nivel de selecciones. Plata olímpica para una selección que todos recordamos: Juan Antonio Corbalán; Juan Antonio San Epifanio, Epi; Andrés Jiménez, Fernando Martín, Juanma Iturriaga, Fernando Romay, Josep Maria Margall, José Luis Llorente, Nacho Solozábal, Fernando Arcega, José Manuel Beirán y Juanito de la Cruz. Perdió la final ante un equipo estadounidense que sumó el factor cancha y el talento de una grandiosa generación de jugadores, encabezada por Michael Jordan.

Veinte años después, en Atenas, los chicos del baloncesto nos ilusionan de nuevo. España vuelve a tener opción de podio en unos Juegos. En un grupo muy fuerte, en el que están encuadradas selecciones del nivel contrastado de Serbia y Montenegro, Argentina e Italia, España ha sellado ya su pase a los cuartos de final y, lo que es más importante, lo hace como primera, asegurándose así un rival más asequible en el partido crucial, el que da paso a la lucha por las medallas.

Suma sus partidos por victorias, cuatro de cuatro, triunfos que se unen a los obtenidos por los júniors de oro en su exitosa preparación: siete victorias en otros tantos partidos. El recuerdo de Los Ángeles 84 se agranda a medida que los Gasol, Garbajosa, Jiménez, Navarro, Calderón, Reyes, Comás, Dueñas, Iturbe, Yebra, Rudy Fernández y Rodrigo de la Fuente rubrican con su buen hacer la consolidación del equipo nacional en la élite.

Ellos forman un bloque, un conjunto, que ha regenerado el baloncesto español, devolviéndonos la ilusión por el deporte de la canasta. Lo comprobamos recientemente en primera persona durante el torneo celebrado en Madrid, preparatorio para los Juegos, con gradas repletas de jóvenes aficionados, y no tan jóvenes, y lo estamos viviendo intensamente ahora en Atenas.

Una selección española de baloncesto que se ha convertido en referente para el resto de la delegación deportiva española desplazada a la ciudad helénica y que igualmente es espejo, por qué no, para el Proyecto Olímpico de Madrid 2012. También la ciudad de Madrid quiere despertar la ilusión de un país que ya vivió una experiencia olímpica inolvidable con motivo de la celebración de los Juegos de Barcelona 92.

Si el pasado 18 de mayo, cuando el COI dio a conocer el nombre de las ciudades que van a luchar por los Juegos de 2012, Madrid se incorporó a un espacio de enorme prestigio internacional, ahora estamos en la obligación de intensificar nuestro trabajo para que nuestra ciudad continúe representando el espíritu olímpico de toda España. Este es un proyecto de ciudad, pero también de todo un país, como así lo escenificó nuestro alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, durante su estancia en Atenas para promocionar la candidatura de Madrid 2012.

Si Serbia y Montenegro, Argentina, Italia, Estados Unidos, Lituania o Grecia, entre otras selecciones, son rivales de mucha entidad para nuestro combinado nacional de baloncesto, París, Moscú, Londres y Nueva York, nuestras rivales deportivas para los Juegos de 2012, son ciudades de una enorme estatura, de las que nunca esperaremos una derrota suya. La nuestra debe ser una victoria propia y para conseguirla estamos obligados a hacerlo mejor que ellas. Sólo así podremos organizar los Juegos Olímpicos de 2012, como sólo así el equipo nacional de baloncesto alcanzará el éxito olímpico.

Selección española de baloncesto y Proyecto Olímpico Madrid 2012 que transitan por caminos paralelos, con la ilusión de un país puesta en la consecución de importantes logros deportivos.

Manuel Cobo Vega es primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid.