Buena cosecha
España logra otras cuatro medallas: tres de plata en hípica y en las clases 'Finn'
El deporte español arregló en un día muchos de los desperfectos de las primeras jornadas. Las cuatro medallas de ayer suponen una inyección de optimismo para un equipo que daba señales de frustración. Hubo medallas en doma, vela y ciclismo en pista. Las buenas noticias se ampliaron con la victoria en baloncesto sobre Serbia, vieja potencia ahora sorprendentemente en apuros. Había muchas cuentas pendientes entre los dos equipos. España se había clasificado para disputar los cuartos de final, pero no se relajó ante los serbios. El equipo se mantiene firme, sin derrotas hasta el momento. Será mejor que no llegue la primera en los cuartos de final porque supondría la despedida de los Juegos. Por ahora, todos los apuntes del equipo de Mario Pesquera son positivos. Juega con inteligencia, aprovecha a todos los jugadores, no se deja intimidar y se impone tanto cuando juega bien como cuando lo hace mal. A los estadounidenses no les ocurre lo mismo. Volvieron a perder, esta vez ante Lituania. Nadie se sobresaltó. El mito de los invencibles se terminó frente a Puerto Rico y ahora las derrotas norteamericanas se comentan con toda la normalidad del mundo.
El atletismo empieza y la natación termina. Michael Phelps no nadó la prueba de los 4x100 metros estilos. Recibirá una medalla de oro en su domicilio por su participación en las semifinales. Pero no apareció en la foto del equipo ganador. Le cedió el puesto a Ian Crocker, que, por fin, vivió un día victorioso. El gesto de Phelps es casi una anormalidad en estos tiempos de campeones egoístas. Sale de los Juegos con ocho medallas, seis de oro y dos de bronce, y un prestigio que va más allá de sus éxitos en la competición. Es un campeón en todos los sentidos. En la pista, los reyes del 100 comenzaron su duelo con marcas sensacionales. Cinco atletas -Shawn Crawford, Maurice Greene, Justin Gatlin, Asafa Powell y Francis Obikwelu- bajaron de los diez segundos en la segunda ronda. La final, que se disputará hoy, se anuncia impresionante. El récord del mundo de Tim Montgomery está al alcance de al menos tres finalistas: Greene, Crawford y Powell. En cambio, las velocistas no han salido de las discretas marcas que han logrado durante la temporada. La bielorrusa Yuliya Nestarenko recordó el efecto Kenteris y ganó ante la sorpresa general. Poco se sabía de ella. Veremos si pertenece al gremio de los campeones que aparecen puntualmente para ganar la medalla de oro y desaparecer convenientemente. Lo dirá el tiempo.
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