"He podido sentir la dicha de ser negra"

Antes de comenzar la entrevista, Susana Baca pide que le hagan una fotografía con el toro disecado instalado en la entrada del hotel donde se hospeda en Bilbao "para que vean a la Baca con el toro", bromea. La cantante peruana actuó anoche en las fiestas de Bilbao en el único concierto que va a ofrecer en España dentro de su gira europea. Después viajará a Alemania, Suecia, Dinamarca y Reino Unido.

Con voz pausada, enmarcada por su sonrisa amplia, Baca asegura que una gran parte de su trabajo radica en que los descendientes de africanos acepten sus raíces. Su forma de hacerlo es un tipo de música afroperuana, con tintes de world music. "No puedes imponer tus ideas por la fuerza, pero sí puedes imponer la fuerza del espíritu", asegura, convencida de ir por buen camino.

La cantante y compositora piensa que ser de raza negra puede convertirse en un "trauma", como ella sintió en algún momento de su vida, pero que ha logrado superar. "He podido sentir la alegría y la felicidad de ser negra", asegura triunfante. Ahora desea ayudar a que las raíces africanas se inserten por completo en el "mosaico cultural del mundo".

Baca canta siempre en castellano y el público se le entrega tanto en África como en Europa y América porque la música "no tiene barreras ni idiomas". Para ella los conciertos buenos son "un diálogo de almas". Por ello, en su contacto con el público intenta "dejar algo vivo en sus espíritus". De ahí el nombre de su penúltimo disco, Espíritu vivo, que empezó a grabar en Nueva York el 12 de septiembre de 2001. Al día siguiente del 11-S "no teníamos otra opción que hacer música, y la hicimos muy intensamente", recuerda, "como si quisiéramos espantar demonios". Este año ha publicado su quinto trabajo, un grandes éxitos titulado Lo mejor de Susana Baca.

Aunque prefiere el contacto con el público en los conciertos al frío de los estudios de grabación, Baca espera comenzar a grabar el próximo mes de octubre su siguiente disco. Los temas han sido resultado del proceso creativo de sus ensayos diarios en el sótano de su casa en Lima."Si hubiera más música buena la gente se conectaría mejor con el Universo", asegura la ganadora de un Grammy Latino en 2002. Afirma que ya existe buena música que no ha sido reconocida -"tal vez tengan que pasar los años"- y cita los poemas de Omar Jayyam y César Vallejo, que no fueron apreciados hasta después de su muerte. "Ojalá eso no nos pase a nosotros", desea.