Clausurada la zona de juego del parque Rodríguez Sahagún

El Ayuntamiento cerró ayer al público parte del parque de Agustín Rodríguez Sahagín, en Tetuán, por el peligro de hundimiento del terreno que sufre la zona. Seis socavones, causados por el agua de un colector que corre bajo el terreno, han surgido desde junio en la zona de parque ahora cerrada. El último socavón ocurrió el pasado sábado y sorprendió a un hombre de 42 años que resultó herido al caer desde una altura de diez metros mientras paseaba. En mitad de los socavones hay una zona infantil de juegos que no fue cerrada por el Ayuntamiento hasta ayer.

Los usuarios denunciaron el pasado sábado que los socavones empezaron a aparecer en las pasadas navidades. "Este parque se inauguró deprisa y corriendo. Debieron hacer algo mal, porque se está hundiendo a trozos", criticó Florentino Rodríguez.

Otro vecino, Carlos Fernando, criticó que la zona de juegos para niños "está en mitad de los socavones, y el Ayuntamiento no la ha cerrado todavía". No lo hizo hasta ayer, cuatro días después del último hundimiento y meses más tarde de los primeros socavones.

El temor de los vecinos creció después de que los hundimientos se cobraran su primera víctima: un hombre de 42 años y nacionalidad argentina resultó herido leve el pasado sábado al caer desde diez metros de altura en un agujero que se abrió bajo sus pies mientras paseaba. "Es como una enorme cueva subterránea, mucho más ancha por abajo que por arriba", comentó uno de los bomberos que rescataron al herido.

Ramón Sánchez López de Luzuriaga, director general de Calidad del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento, admitió ayer que "el parque ha sufrido al menos seis socavones en los dos últimos meses".

"El parque ocupa una antigua vaguada en la que había un poblado chabolista. Bajo el parque hay dos colectores, uno de ladrillos construido hace unos 40 años y otro más reciente, de hace unos 15", añadió Sánchez. Según la versión municipal, es el colector antiguo el que está causando los hundimientos.

"Lo hemos deducido porque los seis socavones están sobre la trayectoria de este colector, que recoge el agua de lluvia de los absorbedores de las calles cercanas", concretó. Las filtraciones de agua arrastran consigo la tierra que hay bajo la superficie, creando espacios vacíos no visibles desde la superficie. Cuando el espacio vacío crece, el terreno ya no es capaz de soportar el peso de los adoquines o la tierra que hay encima y se produce el hundimiento.

Todos los socavones se han producido en una superficie de unos 150 metros de largo y 20 de ancho, que es la zona que ayer fue clausurada al público "por precaución", según informó el Ayuntamiento.

El mayor de los agujeros tiene unos 10 metros de diámetro y unos cinco de profundidad, pero el más profundo fue el ocurrido el pasado sábado por encontrarse en una zona alta del parque. El Ayuntamiento ha abierto una investigación y está realizando catas para conocer la situación del terreno y detectar más espacios vacíos bajo la superficie. Los resultados tardarán unas dos semanas, según Sánchez.

"Las filtraciones pueden tener varias causas. La primera es que, al construir el parque, fueron volcados varios metros de tierra sobre el colector y quizá esto lo ha dañado. También hay que tener en cuenta que es un colector de hace más de 40 años y que la última primavera ha sido muy lluviosa", añadió.

La solución "más probable" consistirá en rellenar el colector con cemento (taponarlo) y luego cubrir los socavones con tierra, según el Ayuntamiento. "El colector viejo sólo recoge agua de lluvia y por su calibre, aproximadamente un metro cuadrado, su cauce puede ser absorbido por el colector más moderno, que es casi el doble de grande", aclaró Sánchez. Éste explicó que el Ayuntamiento "está investigando lo que ocurre y ha tomado todas las medidas" para hacer frente a los socavones.

Según el Ayuntamiento, el parque "aún está en garantía", por lo que el coste de las obras de cimentar el colector y tapar los socavones será cubierto por la empresa que lo construyó. Las operaciones de reparación se prolongarán entre cuatro y seis semanas, según Sánchez.