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Cuatro servicios secretos estaban tras los pasos de Hicham Mandari

El disidente marroquí recibió el tiro en la nuca a muy corta distancia

Los servicios secretos de Francia, Marruecos, Bahrein y Emiratos Árabes Unidos estaban tras los pasos de Hicham Mandari, asesinado en la medianoche del 4 al 5 de agosto en Mijas, tras haber sobrevivido a tres intentos anteriores (uno en Colombia y dos en Francia), según fuentes de la investigación. Además, grupos mafiosos de Albania y Ucrania tenían cuentas pendientes con él tras haber puesto en circulación 120 millones de dinares falsos de Bahrein (350 millones de euros). El rey de este emirato visita desde ayer Marruecos.

Hicham Mandari se sentía amenazado y tenía más que razones para tener miedo. En 1999 sufrió un intento de asesinato en Bogotá (Colombia) y en noviembre de 2002 y abril de 2003 fue objeto de sendos atentados en París. Por ello solía tener guardaespaldas contratados, pero los investigadores de la Guardia Civil ignoran por ahora si se había desplazado a Mijas con ellos y, en dicho caso, cuál habría sido su papel en el crimen.

Lo que está claro es que Mandari recibió un solo disparo en la cabeza, entre la nuca y la coronilla, efectuado por detrás y a muy corta distancia. Quedó tumbado boca abajo en el suelo. Es decir, que el asesino iba tras sus pasos, con la confianza de su víctima, o que lo estaba esperando para una cita letal, a la que habría sido atraído por una persona de su confianza.

Los agentes han recogido en el garaje número 5 de la urbanización Molinos de Viento, sito en la calle Río Viñuelas, donde se produjo el crimen, un único casquillo de bala, del calibre 9 milímetros parabellum, que ha sido enviado al servicio de balística para intentar averiguar si el arma que lo disparó está "sucia", es decir, si ha sido utilizada en un crimen anterior. Las fuentes consultadas aseguran que la pesquisa no ha dado resultado por ahora.

No le vieron correr

Los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) y de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Málaga tratan de localizar a testigos que pudieran haber visto entrar a Mandari en el garaje. Pero los testimonios recogidos hasta ahora apenas han aportado datos. Fuentes del instituto armado aseguran que nadie vio a Mandari correr por la calle, ni solo ni perseguido ni tampoco se vio al supuesto asesino salir del aparcamiento. "No tenemos ninguna declaración oficial de que alguien hubiera visto entrar a dos personas corriendo esa noche en el aparcamiento", aseguran fuentes del instituto armado.

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Mandari llevaba un amuleto atado al brazo, una cinta de tela con versos coránicos, unos 170 euros en metálico, dos tarjetas de visita francesas y un documento de identidad falso a nombre de Ben Al Asan Ala Laoui Icam. Pocos datos se han podido obtener de la escena del crimen, que resultó contaminada debido a la gran concentración de policías que acudió a la zona.

Las fuentes consultadas aseguran que al garaje entraron agentes de la Guardia Civil, del Cuerpo Nacional de Policía, así como de las policías locales de Mijas y Fuengirola. "Allí entró todo dios", según fuentes del instituto armado. Todos participaban en un dispositivo montado en la zona para intentar aclarar el secuestro de un ciudadano marroquí que aún estaba en marcha en la zona. Por ello, inicialmente se pensó que el cadáver hallado en el garaje correspondía a la víctima del citado secuestro.

Los investigadores intentan localizar ahora dónde estaba alojado Mandari, el coche que supuestamente utilizó y su equipaje, así como las personas con las que contactó. "No se sabe nada, de momento", según las fuentes consultadas. Ya saben, eso sí, que hasta el 2 de agosto por la noche Mandari se encontraba en París, por lo que, como muy pronto, habría llegado al día siguiente en avión o por la noche, en el caso de que hubiera viajado en coche. Fue asesinado un día después.

El siguiente paso ha sido indagar en su lista de enemigos. Las fuentes consultadas aseguran que al menos cuatro servicios secretos se encontraban tras sus pasos. Mandari había acusado públicamente a la familia real de Marruecos y a varios jefes de Estado africanos y del Golfo Pérsico de haber participado en la puesta en circulación de ocho toneladas de dinares falsos que habrían sido impresos en Argentina por valor de 407 millones de euros en el mercado de divisas.

De hecho, acusó directamente al rey de Bahrein, Hamad Ben Issa Al Jalifa, quien ayer aterrizó en Rabat, donde fue recibido por el príncipe Moulay Rachid, para cursar una visita a Marruecos, según la agencia oficial de noticias marroquí..

Mandari fue encarcelado en Francia, pero al salir de la prisión de La Santé, fue controlado por los servicios secretos de Bahrein, los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Marruecos, según fuentes conocedoras de los hechos. Además, el hecho de que hubiera incluido entre sus amenazas al actual presidente francés, Jacques Chirac, también suscitó el interés del espionaje francés.

Contactos mafiosos

Además, poco antes de sufrir el segundo atentado de París (varios desconocidos dispararon contra su coche), Mandari tuvo contactos con mafiosos ucranios en Marsella que le advirtieron, según la investigación llevada a cabo en Francia, que debía pagar su deuda, posiblemente vinculada al tráfico de dinares falsos. Igualmente, habría contraído deudas con grupos albaneses de delincuencia organizada. Ambas mafias cuentan con "enlaces" en la Costa del Sol, donde los hampones ucranios ya han ajustado con sangre algunas cuentas.

Éste es el motivo por el que los investigadores no han descartado nada. Están convencidos, eso sí, de que el autor material sería un delincuente común, posiblemente francés o magrebí, y que éste no es su primer asesinato. "Quien lo hizo tenía el encargo de matarlo; la cuestión es saber de quién, pero la lista de enemigos conocidos de este individuo es extensísima", según aseguran fuentes del instituto armado.

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