Gasol derriba la muralla
China sólo resiste el primer cuarto ante el conjunto español, que fue madurando el partido a la perfección
No hubo color. El duelo entre las dos estrellas de la NBA no existió. En el partido entre España y China sólo hubo un nombre. El de Gasol. Excelso, rebosando autoridad pese al golpe en la nariz que le noqueó en los primeros minutos, el pívot español se comió al gigante chino Yao Ming. No tuvo piedad. Le superó siempre que quiso, le machacó, le desquició. Hizo de él un monigote que acabó el partido antes de tiempo, con cinco faltas y clamando desesperado. Se hundió en el banquillo, con unos números discretos -12 puntos y 8 rebotes-, y ya ni siquiera le importó el resultado del encuentro.
Puede que Ming sea un héroe en su país y que los Rockets se hagan de oro vendiendo sus camisetas en China, pero el que ayer se vio casi dio pena. Frente a Gasol, la gran muralla, fantasmagórica, se empequeñeció. Sólo en los primeros compases del encuentro se supo que estaba en la cancha.
CHINA 58 - ESPAÑA 83
China: Wei Liu (7), Fagyu Zhu (6), Nan Li (16), Jianlian Yi (2) y Yao Ming (12) -cinco inicial-; Batere Menke (2), Ke Mo (3), Ke Chen (6), Shiqiang Guo, Feng Du (2) y Yunsong Zhang (2).
España: Calderón (7), Navarro (16), Jiménez, Gasol (21) y Garbajosa (7) -cinco inicial-; Dueñas, Reyes (14), De la Fuente (5), Comas (4), Iturbe (3), Fernández (6) y Yebra.
Árbitros: Voredis y Vázquez. Eliminado por faltas personales: Yao Ming (m. 36.)
Helliniko Sports: 3.500 espectadores.
4º CUARTO
3º CUARTO
2º CUARTO
1º CUARTO
18-18 12-24 13-19 15-22
Yao Ming se tornó un monigote hundido en el banquillo y clamando desesperado
Fueron los minutos en los que Gasol se lamentaba en el banco, con un río de sangre manando de su nariz. Jianlian Yi le había arreado un mamporrazo que le dejó atontado. Le sustituyó Dueñas y Yao Ming se fajó. Aprovechó la poca movilidad del español y, en cuestión de minutos, con la connivencia de los árbitros, le cargó con tres faltas. Fueron los únicos momentos de lucimiento de Ming. También, los peores de España.
Los pupilos de Mario Pesquera habían saltado a la cancha cargados de tensión y poco acertados. El partido fluía alocado. España corría sin saber en busca de qué, se cargaba de faltas y Navarro se empeñaba en romper la zona china a base de triples, sin ver el aro.
Así, se cerró el primer acto con la máxima igualdad (18-18), pero la historia cambió a partir del segundo. La nariz de Gasol dejó de sangrar y el pívot de Memphis se lanzó a la carga. Se alió con Reyes y mareó a Ming. "Hemos intentado estar siempre por delante de él, jugarle duro, que no estuviera cómodo y cansarle; hacerle correr por aquí y por allá, porque es un jugador que, al final, se atasca", explicó Gasol. La receta la traía de Estados Unidos y... funcionó.
Cargada de paciencia, España la aplicó en pequeñas pero letales dosis. Se marchó al descanso con una ventaja de doce puntos y abrió el tercer cuarto con un triple de Gasol que anunciaba lo que vendría. Un festival de la selección, que, generosa, se abonó al espectáculo. Mientras Gasol, el máximo anotador con 21 puntos y 10 rebotes, Navarro y Reyes se divertían, en el lado chino seguían sin noticias del fantasma Ming. La diferencia se fue hasta los 23 puntos, pero eso ya era lo de menos.
España inició el torneo confirmando su impecable trayectoria y, de paso, se sacudió la presión. Mañana espera Argentina en un duelo de armas tomar, que puede marcar la senda.
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