Ferrovial saca sus servicios del agua

Ferrovial, que ultima la próxima colocación en Bolsa de su filial de autopistas Cintra, ha vendido en los últimos dias de julio su negocio de abastecimiento y distribución de agua, Helguina, a Aguas de Barcelona por 43,3 millonesde euros; ha visto respaldado por un laudo su conflictivo incremento de tarifas en la autopista canadiense 407, y su compañía británica Amey ha sido seleccionada, esta misma semana, como opción preferente en la adjudicación de un contrato de mantenimiento de 7.700 kilómetros de carreteras en el Reino Unido valorado en 450 millones de euros.

La facturación internacional ha crecido un 144,7% en el primer semestre y aporta ya el 36% de las ventas del grupo constructor

La compañía de aguas Helguina, que cuenta con concesiones de abastecimiento en 14 municipios y que facturó 16,3 millones en 2003, se había quedado un poco descolocada, por tamaño y posibilidad de crecimiento, tras la adquisición de Cespa y Amey, en la división de servicios de Ferrovial.

De ahí que se haya preferido desinvertir en este negocio, explican en el grupo, y dedicar todos los esfuerzos en este área a "una estrategia de consolidación y crecimiento en tres actividades: los servicios urbanos (limpieza viaria, recogida y tratamiento de residuos sólidos e industriales y jardinería), el facility management (mantenimiento integral de edificiones e instalaciones) y la conservación integral de infraestructuras (carreteras, ferrocarril y aeropuertos)".

Las últimas operaciones y los últimos resultados publicados, los del primer semestre, de la primera constructora por capitalización bursátil confirman que sigue profundizando en una doble diversificación de actividades y mercados. No en vano los servicios le proporcionan ya un euro y pico de cada tres euros que ingresa Ferrovial y uno de cada cuatro euros de su resultado de explotación.

Aunque la mayor parte de los ingresos de Ferrovial, 3.520,8 millones a 30 de junio, los sigue aportando la construcción (1.679,5 millones, con un incremento del 0,9%), el área que está creciendo con mayor rapidez dentro de este grupo es la de servicios. Esta división ha incrementado sus ingresos en el semestre en un 549%, hasta 1.260,4 millones. La progresión también ha sido importante, aunque menor, en el área de concesiones de infraestructuras (autopistas, aeropuertos y aparcamientos): 288,9 millones de facturación, con un incremento del 20,3%. El peor comportamiento en el primer semestre lo ha tenido el aéra inmobiliaria, cuyas ventas, por razones coyunturales, según Ferrovial, han caído un 3,1%.

"Los servicios", dice Íñigo Meirás, director general de Ferrovial Servicios, "son una actividad estratégica" para nosotros. Son "negocios con potencial de crecimiento, estables en la aportación de resultados y con contratos a largo plazo".

En el otro frente, la diversificación geográfica, la incorporación de la facturación de la compañía de servicios británica Amey ha situado las ventas internacionales de Ferrovial, a 30 de junio, en 1.270 millones de euros, con un crecimiento sobre el primer semestre de 2003 del 144,7%. Las ventas internacionales, de las que un 22% corresponden a Reino Unido, representan ya un 36% de la facturación total de Ferrovial (en el primer semestre de 2003 representaban sólo un 22%). Las mayores aportaciones a los resultados, tras la británica, proceden de Polonia, Portugal, Chile y Canadá.

En Canadá, donde mantiene una pugna con las autoridades de Ontario por la actualización de peajes que ha realizado la concesionaria de la autopista 407 ETR (Ferrovial controla el 67,09%), la postura del grupo español se ha visto respaldada por un laudo emitido a mediados de julio por un árbitro independiente. La decisión arbitral, a la que habían acordado someterse las partes, señala que la concesionaria no requiere autorización o aprobación alguna para la actualización de sus tarifas, y que el incremento aplicado desde el 1 de febrero es válido y no incumple el contrato concesional.

Aunque el Gobierno de Ontario ha anunciado que va a recurrrir el laudo, las repercusiones internacionales de su postura (España ha indicado que vetará las actuales negociaciones de un acuerdo comercial entre Canadá y la UE) y la desconfianza que ha provocado entre los inversores internacionales (que no están acostumbrados a situaciones de inseguridad jurídica en Canadá) pueden hacerle reconsiderar su postura.

De todos modos, fuentes de Ferrovial matizan que la construcción sigue siendo básica para este grupo "por su capacidad de generar el flujo de caja" que les permite invertir en otras áreas. Además, agregan, hay que entender que los márgenes con que opera la construcción no tienen nada que ver con los de otras actividades, que son mucho mayores, y que es normal tender a crecimientos moderados en la actividad constructora una vez que se han alcanzado unos volúmenes considerables (una cartera de obras superior a los 6.000 millones de euros) y en un momento de cierta madurez en este sector a nivel doméstico.