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Entrevista:JEFF TAYLOR | FUNDADOR DE MONSTER.COM

"Un emprendedor sigue, aunque le llamen loco"

El creador del primer portal de búsqueda de empleo explica cómo hizo realidad su proyecto

Amaya Iríbar

La mayoría de los internautas asocian la palabra monster (monstruo en inglés) a la búsqueda de empleo en Internet. La razón está en el portal especializado que lleva ese nombre, el primero del mundo, que hoy gestiona más de 40 millones de historias profesionales procedentes de trabajadores de una veintena de países. ¿A quién se le ocurriría unir algo tan serio como la búsqueda de un trabajo con un especimen verde, de cresta morada y con una trompeta amarilla por nariz? Pues al estadounidense Jeff Taylor, que, tras trabajar casi 15 años en el sector, decidió crear una bolsa de trabajo que uniera a candidatos y empresas. Internet estaba empezando.

Retirado del día a día de la compañía, integrada en el gigante mundial de los recursos humanos TMP Worlwide, Taylor se dedica hoy a dar conferencias por todo el mundo y acaba de publicar un libro con pistas para triunfar en un proceso de selección. Con gafas de diseño moderno y look desenfadado, Taylor parece más joven de lo que es. Se nota que se gusta a sí mismo. Está relajado, así que disfruta de un margarita mientras cuenta a toda velocidad la historia de su éxito.

"La diversión es importante para la cultura corporativa. Hay que lograr un equilibrio. Si te gusta tu jefe trabajas mejor"
"Al principio, el crecimiento era orgánico. Decidimos comprar otras empresas para ganar tamaño geográficamente"
"Al principio nadie me entendía. Luego apareció Internet. Algunos piensan que fue suerte, pero llevaba en el negocio casi 14 años"

Pregunta. ¿Dónde y cómo tuvo la idea de crear Monster?

Respuesta. La idea surgió en diciembre de 1993 y la hicimos realidad en abril de 1994, así que acaba de cumplir 10 años. Empecé como técnico de selección y cree mi propia agencia de publicidad especializada en ofertas de empleo. La mayoría de mis clientes provenían del área de Boston, de donde soy, y de Nueva York y New Jersey. Era un negocio clásico, la agencia se llevaba el 15% y el resto era para el periódico.

P. ¿Por qué monster?

R. Buscaba una idea monstruosa. Me gustaba esta palabra y la tecnología, así que decidí crear un sistema tipo bolsa de trabajo. Yo sería el editor de esa lista de anuncios. Internet no existía aún.

P. ¿Convenció a sus clientes?

R. No, no. Nadie entendía lo que era. Mientras estaba en ello, apareció Internet. Algunos piensan que fue suerte, pero había sido técnico de selección durante tres años, trabajado en una agencia publicitaria durante tres años y tenido la mía propia durante casi cinco. Llevaba en el negocio casi 14 años, así que sí, tuve suerte, pero también trabajé muy duro.

P. ¿Cuando creó Monster lo hizo pensando en venderla?

R. No. Cuando empecé este negocio no le gustó a nadie. Ni siquiera a mi mujer. Ésa es mi definición de lo que significa ser emprendedor: cuando todos los que te rodean piensan que estás loco y tú sigues defendiendo que es una buena idea. El nombre ha sido muy importante para nuestra historia. Como la mascota. Es sólo diversión en algo tan serio como los procesos de selección.

P. ¿Por qué decidió vender la compañía?

R. La agencia anterior tenía seis inversores. E iba extremadamente bien cuando inventé Monster, así que mis socios dijeron: céntrate en la agencia. Ésta tenía 37 empleados y Monster roza los 2.600. Necesitaba el dinero y sobre todo que la idea se hiciera realidad. Así que me asocié con TMP Worlwide, que me dejaba empezar una división con Monster. Hace dos años llamaron Monster a toda la compañía. Fue un discreto gran éxito.

P. Decidió seguir trabajando.

R. He hecho dinero suficiente para retirarme. Creo que esta empresa es doblemente emprendedora, porque el presidente también lo es. Mientras Monster siga haciéndose más grande hay sitio para los dos egos. Él se encarga de la parte más comercial y el marketing es mío. Somos bastante complementarios.

P. ¿Qué estudió?

R. No terminé la universidad. Cuando tenía 37 años y ya llevaba Monster decidí volver y elegí la escuela de negocios de Harvard. Seguí un programa de tres años y luego retomé mis estudios universitarios cuando tenía 40 años. En el camino a casa desde mi graduación, mi hijo, que tenía 13 años, me dijo: "¿Qué vas a hacer ahora?". Yo le conteste: "No sé". Y él me dijo: "Tus dientes están horribles". Así que me puse aparato. Lo hice todo al revés. Pienso que soy un directivo que aprende.

P. ¿Es la diversión lo más importante en un trabajo?

R. Quiero que mis empleados se diviertan y lo hagan conmigo. Soy pinchadiscos, y ejerzo en todas las fiestas. Creo que genera una conexión muy interesante. La diversión es importante para la cultura corporativa. Hay que lograr un equilibrio. Si te gusta tu jefe, si tienes amigos en la plantilla, trabajas mejor.

P. ¿Cómo ha revolucionado Internet el mercado laboral?

R. Los trabajos solían ser muy locales, y si querías trabajar en Madrid, comprabas un periódico de Madrid. Además, la subcontratación se ha visto impulsada. Yo puse el primer currículo público en Internet y ahora hay 42 millones en Monster, 50.000 nuevos cada día. Eso cambia la relación porque ahora es la empresa la que tiene que convencer de que es un buen sitio para trabajar. La tercera transformación es que te puedes sentar a esperar un trabajo porque el sistema busca por ti. La inmediatez y el volumen también son importantes. En EE UU un buen anuncio recibe entre 30 y 40 respuestas a la hora.

P. ¿Los periódicos se han dado cuenta de estos cambios?

R. En general, su actitud es que Internet no afecta a su negocio, que es la economía, y no es cierto.

P. ¿Los resultados de Monster crecen en relación al número de currículos gestionados?

R. Teníamos siete millones en el año 2000 y ahora son 42 millones. El 90% de nuestros clientes vuelven.

P. ¿Hacen dinero sólo con la publicidad?

R. El 55% de nuestra facturación proviene de la publicidad, y el 30%, de la comercialización de las bases de datos de currículos.

P. Monster crece por adquisiciones, ¿por qué es tan importante ser cada vez más y más grande?

R. Al principio el crecimiento era orgánico. Decidimos que teníamos que comprar para crecer geográficamente. La compra de Jobpilot fue muy buena porque era la número uno en Alemania.

P. ¿Esa estrategia se puede mantener siempre?

R. No. Monster está en 24 países y en 11 idiomas diferentes. Las grandes firmas buscan gente en varios países y nosotros podemos ofrecérselo en todos esos mercados. No es la parte más grande de nuestro negocio, quizá un 10%, pero es una parte muy interesante. Ahora queremos abrir en Japón.

P. ¿Sabe ya la siguiente compra? Se habla de Hotjobs en Estados Unidos.

R. Casi la compramos en 2001. Llegamos a un acuerdo por unos 420 millones de dólares. Entonces vino el 11 de septiembre y tuvimos que cambiar de prioridades.

P. ¿A Monster le va mejor cuando la economía va bien?

R. Financieramente, cuando la economía va bien nosotros también. Pero evidentemente no podríamos contar con 42 millones de currículos sin la recesión.

P. ¿Cómo se ve en cinco o diez años?

R. Hay otro capítulo de Monster. Lo hemos hecho realmente bien incluso con dos años de entorno difícil. Amo mi trabajo. ¿Qué si pienso en crear otra compañía? Sí. Pero no tengo prisa. Y sigo aprendiendo y ésa es una razón para un directivo para seguir.

Jeff Taylor confiesa que ama su trabajo y que piensa crear otra compañía.
Jeff Taylor confiesa que ama su trabajo y que piensa crear otra compañía.

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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