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Reportaje:Atenas 2004 | El primer escándalo de los Juegos

Medida de gracia para el ídolo griego

El COI aplaza al lunes la comparecencia de los atletas Kenteris y Thanou, accidentados, tras no pasar otro control antidopaje

La comisión disciplinaria del COI aplazó hasta el próximo lunes, a petición griega, la comparecencia de sus dos atletas más sospechosos de dopaje en los últimos años, el campeón olímpico de los 200 metros, Kostas Kenteris, y la también velocista Ekaterini Thanou. Ambos deberían haber explicado ayer al mediodía su ausencia de la Villa Olímpica cuando se les iba a efectuar el pasado jueves un control antidopaje por sorpresa, pero se encuentran hospitalizados tras sufrir en la madrugada del viernes un accidente de moto. Según el médico Cristos Antinopoulos, del hospital Kat, en el que están ingresados, sufren heridas en los brazos y las piernas y deberán permanecer dos días en observación. Al parecer, Kenteris se vio afectado en el cuello y las piernas, por lo que necesita muletas para caminar, y Thanou, con daños en los brazos, sufre vértigos.

La decisión se toma para "garantizar un proceso justo y en consideración a ambos"
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Han ganado tiempo una vez más. Se escabullen como el ratón del gato. La Federación Internacional de Atletismo (IAAF) ya les tiene abierto otro expediente disciplinario ante el informe que le envió hace unos días la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) por no haberles encontrado en Chicago, donde supuestamente estaban, para hacerles otro control por sorpresa. La IAAF conocía los datos de la estancia a través de un fax del entrenador de los atletas, Christos Tsekos, pero éste también envió otro, después, para decir que su posterior estancia en Essen iba a ser de un día más. Da la sensación de una coartada para marcharse de Estados Unidos antes de que llegaran los vampiros. Es una desaparición más de las denunciadas incluso por otros países, que se han quejado de los pocos controles que han pasados los dos atletas, sobre todo Kenteris. Como sabía que le iban a controlar, ha hecho un periplo norteamericano-germano antes de regresar y seguir perdiéndose.

El propio jefe de misión del equipo olímpico griego, Yannis Papadoyannakis, acudió ayer al hotel Hilton, en el que se hospeda la cúpula del COI, para pedir el aplazamiento. La comisión disciplinaria del organismo olímpico, a indicación de su presidente, Jacques Rogge, que predica la tolerancia cero en el dopaje y la corrupción, pero que quiere también mantener las presunciones de inocencia y llevar los procesos en su tiempo, aceptó la petición "a fin de garantizar un proceso justo y en consideración a los atletas". Aunque parezca ajustado a derecho, otras fuentes del COI advirtieron que tampoco se podía hacer otra cosa "más rápida al tratarse del país organizador y de dos de sus atletas más emblemáticos". Pero también dijeron: "En caso de haber sido afectado otro país sin tanto peso, quizá la sanción habría sido inmediata".

El lunes, en cualquier caso, los atletas tendrán que contar su película acompañados por un máximo de tres personas: supuestamente, médicos, abogados o tal vez buenos relaciones públicas. También podrá estar el presidente de su federación internacional, el senegalés Lamine Diack, que no puede decidir sobre casos de atletas en los Juegos, pero sí con su otra investigación abierta. De todas formas, la comisión ejecutiva de la IAAF también se reunirá el domingo. La comisión disciplinaria del COI, integrada por el alemán Thomas Bach, presidente de la comisión jurídica; el suizo Dennis Oswald, que ha dirigido la de seguimiento de los Juegos, y el ex atleta ucraniano Sergei Bubka, enviará un informe tras escuchar a los atletas y sus representantes a la comisión ejecutiva, el cerebro rápido del COI, que decidirá sobre este turbulento asunto.

Todo ha adquirido tintes tan graves que hasta el comité olímpico griego se reúne hoy con carácter de urgencia. La conciencia nacional ha despertado a un escándalo que era un libro abierto en todo el mundo.

Christos Tsekos, el entrenador de Kenteris y Thanou, asediado por los micrófonos.
Christos Tsekos, el entrenador de Kenteris y Thanou, asediado por los micrófonos.REUTERS

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