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El Ayuntamiento se opone a la ampliación de la M-40 porque elevará el nivel de ruido

El Consistorio alerta de que en el sureste se superan los decibelios permitidos

La Concejalía de Medio Ambiente de Madrid, atendiendo a las quejas de los vecinos, ha hecho un estudio sobre el ruido que tienen que soportar los vecinos cuyas casas están junto a la M-40 en su tramo sureste. Según este texto, los límites de decibelios se superan con creces. Así, el Consistorio se opone al plan de ampliación de esta autovía ideado por el anterior ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos. Según el Ayuntamiento, sería necesario soterrar estos tramos o insonorizar las viviendas, que ya soportan altísimos niveles de ruido producido por el tráfico.

Los planes del anterior ministro consisten en ampliar la M-40 abriendo dos vías de servicio en cada una de sus márgenes, en los 61 kilómetros de longitud que tiene la vía. También, construir un cuarto carril en algunos tramos para descongestionar esta carretera colapsada. Eso supondría que, en algún tramo, "los coches pasarían muy cerca de las ventanas de algunos inmuebles", según un técnico municipal.

Con lo que parece no haber contado el anterior equipo del Ministerio de Fomento es con el ruido. Ya en abril del año pasado, la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) se mostró en desacuerdo con estos planes del Ministerio. Los vecinos aducían que con esta ampliación se perderían 111 hectáreas de zona verde, 42 de espacios naturales protegidos en los montes de El Pardo y El Pilar y en la cuenca alta del Manzanares, 18 de terreno para equipamientos y 14 de zona de vivienda e industrias, aparte de generar unos niveles de ruido difícilmente tolerables. Al menos en esto último el Ayuntamiento de Madrid da la razón a los vecinos.

Los técnicos de Medio Ambiente midieron, el pasado julio, los niveles de ruido que, en este momento, soportan los vecinos que tienen sus casas junto a la M-40 en su vertiente sureste. En concreto pusieron sus medidores en 22 edificios situados en los distritos de Usera, Hortaleza, Villaverde, Vicálvaro y San Blas. Esto ha permitido conocer que el ruido supera lo permitido.

Zona de protección

La Ordenanza de Protección de la Atmósfera contra la Contaminación por Formas de Energía (OPACFE) establece en su artículo 17.1 que "las áreas en las que se incumplan los objetivos de calidad acústica que les correspondan, aun observándose los valores límites de emisión de cada uno de los emisores acústicos en ella existentes, serán declaradas zonas de protección acústica especial (ZPAE). Esta declaración perseguirá la progresiva reducción de los niveles ambientales hasta los niveles establecidos para el área de que se trate". En las conclusiones del estudio se dice que, puesto que las mediciones realizadas superan el número de decibelios estipulados por la ordenanza, se debería declarar ZPAE todo el tramo estudiado.

Estos niveles han sido medidos tal y como está ahora la autovía. Lo que denuncia el Ayuntamiento es que, si el nuevo Ejecutivo central acomete las obras de ampliación de la M-40, los niveles de ruido podrían llegar a ser insoportables para los vecinos. Por eso, fuentes de la Concejalía de Medio Ambiente aseguran que el Consistorio es opuesto a esta ampliación, salvo que en las zonas más castigadas se soterre la M-40 o que se insonoricen totalmente las viviendas en las que el impacto de los decibelios sea más alto.

El distrito de Vicálvaro es el que sufre unos niveles de ruido más altos. El informe asegura que en la "zona de la calle de Ladera de los Almendros, en sus números 12 a 22, de la urbanización Valdebernardo, del barrio del casco histórico de Vicálvaro se superan claramente los niveles (...), dado que la altura del edificio es de más de 10 plantas y está situado a pocos metros de la autovía, las barreras convencionales no pueden ser una solución, por lo que las medidas a adoptar deberían ser otras". En este barrio se superan en algunos puntos más de 12,6 decibelios por encima de lo permitido.

En San Blas hay zonas en las que estos límites se superan en más de 11 decibelios. En concreto, en las casas más cercanas a la autovía, en las calles de Estocolmo, Sofía y Versalles, de los barrios de las Rosas y de los Arcos.

En el distrito de Usera se han estudiado las calles de Guetaria y Gainza, en el barrio de Orcasitas, así como las calles de Dodge y Horizón. En la mayoría de ellas y a las horas en que se realizaron las mediciones se han obtenido niveles que sobrepasan hasta en 6,6 decibelios lo permitido.

En las calles de Santa Susana y Santa Virgilia (barrio del Pinar del Rey), en el distrito de Hortaleza, se recomienda también tomar otro tipo de medidas distintas al levantamiento de barreras antirruido. En Villaverde se han estudiado las calles de San Luciano y Menasalbas (barrio de San Cristóbal de los Ángeles) y las calles de la Unanimidad y del Consenso (en el barrio de los Rosales). Las mediciones en algunas de esas zonas arrojan un incremento de 12,5 decibelios sobre lo permitido.

Ampliación destructora

El Ayuntamiento de Madrid reconoció en julio de 2002 que el plan de ampliación de la M-40 propuesto por el Ministerio de Fomento "destruirá zonas verdes que bordean la M-40" ; "incrementará el impacto acústico y visual" al acercar las viviendas a un intenso tráfico, y "afectará a instalaciones y parcelas públicas y privadas"; 40 asociaciones ciudadanas han formado una plataforma para luchar por la retirada del proyecto.

Según la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), el impacto de la ampliación de la autovía será el siguiente en el tramo 1 que va desde la carretera de Barcelona (A-2) hasta la M-602, que comprende parte de San Blas, Moratalaz, Vicálvaro, Puente y Villa de Vallecas. En los nuevos barrios de Pavones, Las Rosas y Valdebernardo, con más de 60.000 habitantes, aumentará la contaminación acústica que sufren. La ampliación, además, invadirá el polideportivo y el parque lineal de Palomeras.

Los barrios de El Espinillo (Villaverde) y La Perla (Usera) perderían parte del suelo reservado para futuros equipamientos sociales. También afectará al parque lineal del Manzanares. En Orcasur se verían afectados dos colegios, una escuela infantil, una residencia de ancianos y un centro de salud. También mordería el monte del Pilar, en Pozuelo de Alarcón, y los parques de la Cuenca Alta del Manzanares y de la Cuenca Media del Guadarrama. Asimismo, las vías de servicio ocuparían una hectárea de El Pardo y 35 de la Cuenca del Manzanares. En el tramo comprendido entre la A-10 y la carretera de Barcelona, según la FRAVM, el ruido sería insoportable.

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