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Reportaje:Atenas 2004

Grecia, vigilada por tierra, mar y aire

Las medidas de seguridad, presididas por el despliegue de 16 aeronaves y seis Awacs de la OTAN, ya están operativas

Justo tres días antes de la apertura de sus Juegos y entre la mayor de las discreciones posibles, Atenas tocó el botón de la seguridad para ponerlo a funcionar al cien por cien. Desde el martes por la noche, todas las medidas de seguridad tomadas por el comité organizador y el Gobierno griego, en colaboración con la OTAN, están operativas. Los casi 1.500 millones de euros que los griegos se han gastado apelando a la seguridad pasan ya su primer test.

Invisibles para los atenienses y para los escasos turistas que visitan la ciudad, aviones griegos Mirage planean desde la madrugada de ayer por el cielo de la región del Ática, la zona en la que se encuentra situada la capital. 24 horas al día, 16 aeronaves controlan desde lo alto los movimientos que se producen en suelo ateniense. Ocho de ellos vuelan constantemente a 20.000 pies de altura, en el Ática; otro par de aviones vigilan las otras cuatro ciudades olímpicas, Salónica, Volos, Patras e Iraklio, que desde ayer acogen las fases previas del torneo de fútbol.

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Ésa es sólo una parte del contingente. Junto a las aeronaves griegas, montan guardia los seis aviones AWACS cedidos por la OTAN. Sus radares examinan a conciencia hasta el último punto del espacio aéreo griego. Tres de ellos lo hacen de forma constante y los otros tres están preparados para entrar en acción. La base de Aktion, en el oeste de Grecia, acoge a cuatro de los AWACS de la OTAN y los otros dos permanecen en bases italianas.

Al margen de la vigilancia aérea, también la terrestre ha empezado a mover sus efectivos. Una división de la armada griega, especialmente formada para actuar durante los Juegos, ha sido desplegada. Se trata de un contingente de 11.000 soldados cuya misión consiste en vigilar las instalaciones olímpicas y los espacios públicos que pudieran ser objetivo de los terroristas. En su manual de trabajo, se estipula que pueden recurrir a la fuerza, siempre y cuando se lo ordene un superior, en caso de autodefensa o si presencian la comisión de algún crimen.

Consciente de que todo el dispositivo funciona a pleno rendimiento, ayer llegó a Grecia Goerge Bush, el ex presidente de los Estados Unidos. Acompañado de su esposa Barbara y de dos de sus nietas, el padre del actual presidente estadounidense aterrizó en el aeropuerto de Kabala, rodeado de las más extremas medidas de seguridad. Protegida por agentes del FBI, la familia Bush voló desde Suiza en un Boing 757 y, posteriormente, se desplazó en helicóptero hasta el litoral de la ciudad de Kabala. Allí les esperaba un lujoso yate -el mismo que utilizará, con posterioridad, el presidente ruso Vladimir Putin-, propiedad del magnate griego Spyros Latsis, para realizar un crucero. En su periplo por el Egeo, el ex presidente de Estados Unidos está acompañado por 20 agentes del FBI.

Al margen del personal dedicado a la protección de dirigentes, también en la Villa Olímpica se encuentran policías extranjeros para la seguridad de los atletas. Según han confirmado algunos deportistas, se trata de agentes que visten como atletas y que se valen de la mayor discreción. El diario griego Eleftherotypia sostenía ayer que estos policías, unos 500 podrían disponer de armas en caso de producirse situaciones críticas.Además, añadía, detrás del autocar de cada delegación al menos dos policías armados griegos velan por la seguridad de los atletas. Si la delegación es seguida por representantes diplomáticos, agentes armados extranjeros se incorporan a la vigilancia.

Lanzaderas de misiles en la base aérea que se encuentra junto a la Villa Olímpica.
Lanzaderas de misiles en la base aérea que se encuentra junto a la Villa Olímpica.GARCÍA CORDERO

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