Instantáneas
Cámara en mano, Irene no para de fotografíar las pequeñas esculturas de animales y enseres caseros que acompañan el eterno peregrinaje de los guerreros de Xi'an. Pero cuidado: las instantáneas no son para el recuerdo ni para olvidar en un álbum guardado en un oscuro cajón. Son para trabajar sobre ellas en cuanto llegue a casa. Y es que desde hace ocho años Irene acude a un taller de escultura en su Cartagena natal y a su regreso, va a intentar reproducir alguna de las figuras.
Mientras pasea por el Fórum y decide qué nueva exposición va a visitar, tiene tiempo para pensar sobre en qué material reproducirá las esculturas chinas. Tiene varias opciones y se decidirá por una u otra según la figura: trabaja con la arcilla, la terracota, el bronce y el cristal. "Ya veremos cuando entre en materia. Pero el caso es que en cuanto llegue a Cartagena, me pondré a ello. Últimamente no sé qué pasa, pero cada vez tengo más prisa por hacer cosas", afirma mientras mira como si viera correr el tiempo despavorido.