La Generalitat contrata a dos directivos que despidió e indemnizó
Los altos cargos, de Medio Ambiente, recibieron un total de 539.911 euros en 2002
El Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat contrató a principios de año a dos altos cargos que la anterior Administración de Convergència i Unió (CiU) había despedido de manera improcedente con una indemnización conjunta de 539.911 euros (más de 89 millones de pesetas). Ninguno de ellos ha restituido parte del dinero percibido, si bien la legislación no les obliga a ello. Ambos perdieron su antigüedad en la Administración a efectos de eventuales indemnizaciones futuras. El Gobierno tripartito juzga su anterior despido como un "atentado moral".
Uno de los empleados, Antoni Sala, gerente de Aigües Ter Llobregat (ATLL), percibió 320.000 euros un año antes de volver a recuperar su trabajo en la misma empresa. El otro, Jaume Erruz, gerente de la Agencia Catalana del Agua (ACA), organismo del que depende ATLL, se encuentra en la misma situación, aunque su destitución se produjo en 2002 con una compensación de 219.911 euros.
Antoni Sala Pericàs fue contratado de nuevo el pasado abril para desempeñar las funciones de gerente de ATLL, la empresa encargada del transporte de agua hasta el área metropolitana de Barcelona. Sala, con un amplio historial en la empresa, firmó el acta de conciliación de su despido un año antes, el 2 de abril de 2003. ATLL admitió la improcedencia de su destitución y le indemnizó con 320.000 euros, el equivalente a 42 mensualidades que estipula como límite máximo el Estatuto de los Trabajadores.
Sala había empezado a trabajar en ATLL en mayo de 1991 como director de obra civil, aunque a efectos de antigüedad se le reconoció su vinculación con la Administración desde 1972. En la empresa de aguas se le consideraba una persona de la máxima confianza del presidente, Francesc Vilaró, junto al secretario general, Jaume Erruz.
La situación para este alto cargo cambió tras la destitución de Vilaró, y el nombramiento de un nuevo gerente, Antoni Juanmartí. Estos nombramientos se produjeron a petición de Marta Lacambra, quien acumulaba los cargos de presidenta de ATLL y de la Agencia Catalana del Agua. Responsables de Medio Ambiente bajo mandato de CiU informaron de que el cese de Antoni Sala se produjo por su incompatibilidad con los nuevos gestores de la compañía y su inadaptación a sus nuevas responsabilidades.
"Persecución profesional"
En cambio, fuentes de la actual dirección de ATLL comentaron que Sala sufrió "persecución profesional" por los nuevos gestores, los cuales sometieron a todos los cargos directivos a pruebas de "evaluación de capacidad". Sala fue destituido "sin ninguna explicación razonable por parte de la gerencia" como director de planeamiento y construcción y nombrado jefe de diseño de infraestructuras. Sin embargo, añaden las mismas fuentes, "desde el mes de agosto de 2002 hasta febrero de 2003, el señor Sala fue constantemente apartado y olvidado en el desarrollo de las funciones que se le habían asignado. La situación, lejos de ser reconducida de una manera lógica, se fue degradando progresivamente", según indica una nota remitida por ATLL a este periódico.
El comunicado añade que el despido de Sala, admitido por la empresa como improcedente, "representó un grave atentado moral contra su consideración profesional, la interrupción de una trayectoria de más de 30 años de servicios en el sector público, por lo cual la indemnización (de 320.000 euros) en los términos previstos en la legislación vigente opera como factor de restitución económica".
El nuevo contrato de Sala tiene "carácter especial de alta dirección" y en su cláusula octava se le reconoce, a efectos indemnizatorios, una antigüedad desde el 13 de abril, por lo que pierde su antigua relación con la empresa.
ATLL depende, en el organigrama de la Generalitat, de la Agencia Catalana del Agua. Fue su presidente, Jaume Solà, quien propuso los nombres de Sala como gerente de ATLL y de Jaume Erruz como gerente del ACA. Erruz se encuentra en una situación similar a la de Sala, pues también fue despedido de manera improcedente de Aguas Ter Llobregat como secretario general de la empresa.
Vuelta al departamento
En el caso de Erruz, el acto de conciliación se celebró el 19 de abril de 2002 y la empresa le indemnizó con 219.911 euros, más de 36 millones de pesetas. Dos años después de su cese, Jaume Erruz volvió al departamento como gerente del ACA.
Medio Ambiente no ha informado sobre la situación laboral de Erruz ni acerca de las causas de su anterior despido, pese a ser preguntado reiteradamente por este periódico. Responsables de CiU comentaron que su despido tuvo las mismas causas que el de Sala; es decir, fue consecuencia de la supuesta inadaptación a los nuevos gestores de ATLL.
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