"Contenta la gente, el Celedón disfruta"

Se llama Gorka Ortiz de Urbina, mide 1,90 y pesa 98 kilos. Nació en Vitoria en 1971 y este año ha ejercido por cuarto año consecutivo como Celedón, un orgullo o una pesadilla, según se mire, pero algo que no deja impasible ni al más templado: es el protagonista del papel principal de las fiestas de Vitoria, el Celedón, que desde 1957 viene representando mejor que ningún otro personaje el inicio de unos festejos populares.

Pregunta. ¿El cuarto año es el de la confirmación?

Respuesta. El primero fue el descubrimiento, la fascinación ante lo desconocido, el subidón de adrenalina. El segundo, me sobrepasó: me pudieron los nervios ante la avalancha de la gente. En el tercero ya recibí el apoyo de los congregados, que me abrieron un paseíllo para que pudiera subir a la balconada cómodamente. Afortunadamente, ese detalle parece que se puede convertir en costumbre.

P. ¿Qué momento prefiere de esos minutos de gloria?

R. Cada instante tiene su atractivo. La sensación de nervios cuando espero que entre el muñeco por la ventana; la salida a la plaza, con todas esas miles de personas esperándome; pero quizás destacaría el más anónimo, cuando entro en la sacristía de la iglesia de San Miguel, me cambio de ropa y reflexiono sobre lo que ha pasado.

P. Definitivamente, la Patrulla Águila no le hará sombra el 4 de agosto.

R. Lo que creo es que hay que mandar un mensaje a los políticos para que tengan más coherencia en los días de fiesta. Parece que están esperando la llegada de estas fechas para calentar el ambiente en lugar de relajarlo. Y el que lo sufre soy yo: cuando la gente está contenta, el Celedón disfruta; cuando los ciudadanos están enfadados, algunos lo reflejan en el paseíllo.

P. De todos modos, usted se ha manifestado en contra de la exhibición de esta patrulla del Ejército.

R. Creo que las fiestas son para la diversión. No estoy en contra de los espectáculos, pero sí de los montajes militares por muy divertidos que se pretendan.