Condenados los etarras Santi Potros, Tigresa y Guridi Lasa por dos atentados en Huesca y Madrid
Tres conocidos miembros de ETA, Santiago Arrospide Sarasola, Santi Potros, Idoia López Riaño, Tigresa, y José Antonio Guridi Lasa, Xabi, han sido condenados por la sección primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, por dos atentados. Una de las sentencias se refiere al atentado que costó la vida a dos guardias civiles en Sallent de Gállego (Huesca) el 20 de agosto de 2000, mientras que la otra se refiere al intento de asesinato del entonces presidente del Tribunal Supremo, Antonio Hernández Gil, y dos de sus escoltas el 8 de mayo de 1986.
En este último caso han sido condenados Santi Potros, entonces dirigente de ETA, como cooperador necesario, y Tigresa, como autora material del intento de asesinato, a 66 años cada uno. La sentencia consideran probado que López Riaño era integrante en 1986 del comando Madrid, grupo que, "siguiendo las instrucciones" de Santi Potros, decidió matar a Hernández Gil así como a las personas que le acompañaran en el vehículo oficial que le conducía habitualmente desde la sede del Consejo General del Poder Judicial, ubicada entonces en el paseo de la Habana de Madrid, a su domicilio.
Para ello, y tras comprobar la información sobre los movimientos del magistrado, en las jornadas previas al atentado, el comando colocó granadas dentro de tubos lanzadores, sobre unos soportes de madera en el lateral izquierdo de un vehículo robado en diciembre de 1985 en Zarautz (Guipúzcoa) por otros etarras, que situaron en doble fila en la confluencia del paseo de la Habana con la plaza de los Sagrados Corazones.
López Riaño accionó el mando a distancia que activaba el disparador. Los proyectiles alcanzaron la rueda de repuesto del vehículo en que circulaban el presidente del Supremo y sus escoltas José Fernández Sánchez y Miguel Ángel Campos Lantarón, que resultaron ilesos. Las granadas no explotaron "por estar dotadas de un seguro de distancia" y además el hecho de que el conductor adelantara unos metros el coche hizo que los proyectiles impactasen en el maletero del vehículo.
Asesinato de guardias civiles
Además, por el asesinato de los guardias civiles Irene Gónzalez Perea y José Ángel de Jesús Encinas es condenado a 75 años de prisión Guridi Lasa, integrante del comando Ttotto y quien confeccionó "con los explosivos que le fueron entregados por la dirección de ETA" una bomba lapa con dos o tres kilos de dinamita, que el encausado colocó en los bajos del coche patrulla.
La sentencia relata que a las seis de la mañana del 20 de agosto de 2000, los agentes se dispusieron a realizar el servicio, pero apenas Irene González puso en marcha el vehículo, estalló el artefacto, que la mató en el acto. Su compañero falleció poco después, cuando era trasladado al hospital de San Jorge (Huesca).
Por los dos atentados terroristas con resultado de muerte se condena a Guridi a 60 años, y a otros 15 por un delito de estragos. Además deberá abonar 300.506 euros a cada una de las familias de los asesinados y pagar los daños ocasionados a locales y vehículos en el atentado.
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