El derecho de los 'llanitos'

Como ciudadano británico residente en Almería, me duele pensar que Luis Manuel Ruiz se haya privado de la posibilidad de visitar Gran Bretaña, por el disgusto que le produce la situación en Gibraltar. Le recomiendo leer el artículo de Eduardo Haro Tecglen, que reconoce el derecho de los llanitos a su propia manera de ser. Me es incomprensible que el señor Ruiz acuse a Gran Bretaña de aferrarse al "último centímetro de suelo patrio", cuando debe por cierto saber que la razón de que no se entregue Gibraltar a España no obedece a tal motivo, sino a un principio que España misma ha defendido en los foros del mundo. No se ha entregado porque los habitantes no lo quieren, y por eso ningún Gobierno británico lo puede hacer, mientras no se reconozca por parte de España el derecho de autodeterminación que sin duda tienen los gibraltareños. Eso no implica que si fuera reconocido tal derecho por parte de España, los llanitos se unirían inmediatamente a ella; sólo que este reconocimiento es la primera condición, sin la cual no se llegará a ninguna parte. Hay que dejar de ningunearles, bajo el pretexto de que la negociación solamente puede hacerse con Gran Bretaña. Y piensen en la reacción de un gibraltareño cuando España levanta quejas ante la UE por sus actividades financieras, mientras intenta al mismo tiempo negarle el voto para el Parlamento Europeo. Hay que dejar de ver insultos donde no hay ninguna intención de herir -¿qué interés podría tener Gran Bretaña en insultar a España?-. Siguiendo como ahora, se retroalimentarán perpetuamente el victimismo español y el excesivo patriotismo de los llanitos. Deben los dos países dejar de hacer posturas, y de ver posturas donde no existen. Y que el señor Ruiz haga muy pronto una visita a Londres, más que frío sentiría calor.