El trabajo de MOA
La empresa recoloca al 80% de los trabajadores en procesos de reestructuración
MOA Groupe BPI, en la actualidad propiedad del español Juan Luis Goujon y de la compañía francesa Groupe BPI, se dedica a la recolocación -outplacement- de trabajadores. La empresa ha recolocado al 80% de los afectados en procesos de reestructuración como los de Danone, Gillette-Duracell, TWR, Michelin y Lucent.
Más de 12.000 empleados afectados por reestructuración encontraron trabajo de nuevo el año pasado en España por 'outplacement'
La necesidad genera la virtud. En 1984, François Miterrand, que entonces agotaba su segunda legislatura, emprende un contestado proceso de privatización de las empresas públicas de Francia. Eran tiempos difíciles, de manifestaciones y protestas ante un hecho que se presumía muy doloroso. Pues bien, en ese momento es cuando a Benard Picoli, un experto en recursos humanos que había trabajado en varias multinacionales, se le ocurre la idea: crear una compañía que se dedique exclusivamente a recolocar a los trabajadores, varios miles, que se iban a quedar sin trabajo.
Éste es el origen de MOA Groupe BPI. Un negocio que en una época de despidos y deslocalización se antoja bastante próspero. De hecho, más de 12.000 empleados encontraron el año pasado en España un puesto de trabajo nuevo gracias a este sistema.
Desde 1993, MOA ha participado en docenas de procesos de recolocación y reestructuración. Ahí están los casos de Danone, Gillette-Duracell, TWR, Michelin o Lucent, entre otros. Concretamente, el proyecto de la planta de Lucent en Tres Cantos (Madrid) fue uno de los más grandes de Europa en su día, puesto que afectó en 2003 a 1.500 trabajadores. "Al final conseguimos recolocar al 90% de la plantilla", recuerda Juan Luis Goujon, consejero delegado de MOA.
Sistema de ida y vuelta
El sistema de outplacement que emplea esta firma es de ida y vuelta. No se busca sólo la recolocación de los trabajadores que se han quedado sin empleo, sino que se persigue recuperar esos puestos de trabajo que se han destruido en una zona concreta. "Consiste, por ejemplo, en considerar la propia planta y sus activos como un elemento transferible a nuevos emprendedores que permitan el mantenimiento de la actividad económica en ese emplazamiento y la conservación de la mayor parte de los puestos de trabajo", explica Juan Luis Goujon. Dicho de otra manera, se trata de buscarle nuevos dueños a la planta que cierra para que se mantenga la actividad, ya sea la que desarrollaba antes o una nueva. Esta técnica recibe el nombre de Positive Restructuring Process (Proceso de Reestructuración Positivo). "Con este método hemos creado 1.500 puestos de trabajo nuevos en zonas mineras de Asturias y León", avanza el responsable de MOA.
Otro sistema distinto para recuperar la actividad industrial es el que han puesto en marcha en Aranda de Duero (Valladolid), tras decidir Michelin cerrar su planta de llantas de automóviles. Un cierre que afecta a unos 400 trabajadores. Además de emplear el sistema clásico de outplacement, la firma ha puesto en marcha una fundación a partir de la cual se espera crear en un periodo de tres a cinco años 525 nuevos empleos, en los que también tengan participación los trabajadores e industrias indirectas afectadas por el cierre.
MOA Groupe ha crecido a un ritmo superior al 20% en los tres últimos años. Además, los últimos despidos y reestructuraciones, junto a la tan traída y llevada deslocalización, auguran un aumento de la actividad para estas compañías durante 2004. La empresa va a cerrar el año con una facturación de 9,2 millones de euros, frente a los 8,1 millones de 2003. Datos que, según la compañía, la convierten en la primera firma por ventas de su sector. Al finalizar este ejercicio habrán recolocado a unas 5.000 personas y creado 1.500 nuevos puestos de trabajo a partir del Positive Restructuring. "Esto significa que en seis meses recolocamos al 80% de los afectados por reestructuración", dice el consejero delegado de MOA.
La empresa dice estar "muy preocupada" por sectores como el textil, la automoción o la industria naval. "Creemos que van a ser, por este orden, los que puedan tener problemas en el corto plazo", revelan.
La deslocalización también está afectando a países como Portugal e Italia. MOA tiene presencia en ambos. En 2003 ha recolocado a 500 trabajadores en el país luso y a 4.500 personas en el transalpino.
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