La ampliación de Barajas se queda sin metro por falta de financiación pública

El metro no llegará a la nueva terminal del aeropuerto. La ampliación de Barajas, cuya inauguración oficial está prevista para el año que viene, estará desconectada del sistema del suburbano madrileño porque la Consejería de Transportes quiere que el Ministerio de Fomento se haga cargo de los costes de esta infraestructura. Desde Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), máximo responsable de los aeródromos públicos, se contesta: "Nunca un ministerio se ha hecho cargo financiero de una estructura puramente regional o local".

AENA destaca que el anterior presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, dejó acabado el proyecto del metro hasta las nuevas terminales. "Lo único que faltaba era adjudicar las obras. Pero la acutal presidenta no ha sacado estas obras a licitación, a pesar de que sí lo ha hecho con otras que también había diseñado Gallardón", afirman.

La presidenta regional ha prometido, para antes de que acabe esta legislatura (2007), la construcción de 72,7 nuevos kilómetros de suburbano y 81 estaciones, de las que se beneficiarán más de 730.000 madrileños.

Las vías del metro llegarán así a los nuevos barrios del norte y sur, además de acercarse a poblaciones como Boadilla o San Fernando de Henares. Pero la delicada situación económica de la Comunidad obliga al Ejecutivo a buscar nuevas vías de financiación para llevar el metro a estos lugares. En Vallecas, por ejemplo, los propietarios del suelo están obligados a destinar parte de las plusvalías que generará la llegada de este transporte urbano a su financiación. Igualmente, la Comunidad quiere que el metro a Las Tablas, donde se asienta una de las sedes de Telefónica, y donde habrá una parada, sea pagado por esta multinacional. Y ésta es la política que Aguirre intenta llevar también a cabo en Barajas. De lograr sus propósitos, cuando el aeropuerto se inaugure en agosto de 2005, sólo se podrá acceder a las nuevas instalaciones en coche particular, taxi o autobús. No habrá, en cambio, ni metro ni tren, a pesar de que por estas instalaciones aeroportuarias está previsto que pasen 70 millones de pasajeros al año. Fomento, a mediados de la década de los noventa, diseñó, además, un tren que iba a unir Chamartín con Barajas, pero quedó en dique seco. La distancia entre las viejas y nuevas terminales no supera los cinco kilómetros.El consejero de Transportes e Infraestructuras, Francisco Granados, aseguró a este periódico que el Gobierno regional "no está dispuesto a hacerse cargo de una infraestructura que no le compete. Nuestra postura es que esa ampliación está dentro del ámbito de AENA (dependiente del Ministerio de Fomento), y han de ser ellos los que la financien".

Granados reconoce que el proyecto de ampliación entre terminales está acabado y listo para sacar a concurso, "lo único que falta es adjudicar las obras", afirman desde AENA. Aguirre anunció el pasado 9 de julio que sacaba a concurso público más de la mitad de su anunciada ampliación del metro. Se trata de 42 kilómetros, en los que no están incluidos los 1,5 kilómetros que unirán la parada del pueblo de Barajas con el nuevo proyecto del arquitecto Richard Rodgers. En aquella ocasión, Aguirre aseguró que los plazos de ejecución de los nuevos tramos licitados oscilarían entre 19 y 30 meses.

Reuniones con Fomento

Hoy, la presidenta regional se reunirá con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pero Aguirre no lleva este problema en la agenda. Fuentes de la Consejería de Transportes aseguran que "probablemente la semana que viene el consejero se reúna con algún representante del ministerio. Aún no sabemos si será con la ministra o con el secretario de Estado, pero plantearemos este problema". Sin embargo, estas mismas fuentes aseguran que "por el momento la consejería no está planteándose un acuerdo entre administraciones para cofinanciar esta ampliación".

Francisco Granados aseguró a EL PAÍS que el coste de esta ampliación "no supera los 30 millones de euros, puesto que el hueco donde se ubicará la estación que llegará a la nueva terminal ya está construido".

Otra de las ideas que considera la Consejería de Transportes e Infraestructuras es que las futuras instalaciones que den acceso por metro al nuevo aeropuerto sean construidas, financiadas y gestionadas por una empresa privada. Pero como el coste de esta línea sería muy alto, la consejería cree que el precio del billete puede ser superior al habitual, algo parecido a lo que ya ocurre en la línea Rivas-Arganda. "No se trata de una obra social. Si el viajero que lo utiliza es alguien que va a ir, por ejemplo, a Tokio, es normal que pague algo más", afirma Granados. "En ningún metro del mundo te llevan al aeropuerto por un euro", llegó a decir Granados a principios de año. Este plan deberá contar con el visto bueno de Alberto Ruiz-Gallardón ya que el Ayuntamiento posee el 75% de las acciones de Metro.