Viera se impone a Caballos con el 55,8% de los votos en un congreso dramático
El portavoz parlamentario atribuye su derrota a "causas exógenas" al PSOE de Sevilla
El delegado del Gobierno en Andalucía, José Antonio Viera, de 58 años, fue elegido ayer por 50 votos de diferencia secretario general del PSOE de Sevilla. Viera se impuso con el 55,82% de los apoyos al portavoz parlamentario, José Caballos, que obtuvo el 44,18% en un congreso catártico, tenso y en el que se vivieron algunos episodios propios de riñas entre miembros de familias numerosas. Viera, muy emocionado, se mostró convencido de que a partir de mañana toda la agrupación trabajará como si no hubiera pasado nada, aunque Caballos no opinó así. Éste atribuyó su derrota a "causas exógenas" a los socialistas sevillanos y en tono retador dijo: "Tengo siete vidas como los gatos y todavía me quedan cuatro".
El recuento de los votos se vivió con dramatismo en el hotel donde se celebró el congreso del PSOE de Sevilla. Los dos candidatos, reunidos con sus equipos en salas distintas pero contiguas, aguardaron durante media hora al escrutinio de los 430 delegados que depositaron su voto, los cuales se apelotonaron ante las puertas donde se hallaban los aspirantes. Los delegados supieron por los aplausos y gritos de júbilo que se escucharon en el cuartel de Viera quién era el ganador, que se abrazó emocionado al alcalde de Sevilla y nuevo presidente del partido, Alfredo Sánchez Monteseirín, cuyo concurso en este conflicto ha sido determinante para inclinar la balanza a favor del delegado del Gobierno en Andalucía. La tesión que Viera y todo su equipo acumulaban en la cara se disipó en ese mismo momento, aunque la gobernabilidad del PSOE de Sevilla, la agrupación más importante del PSOE andaluz, no va a ser nada fácil.
Desde el mismo momento en que se debatió el informe de gestión quedaron claros cuáles eran los argumentos de los dos candidatos: Viera y los suyos apostaron por la "habitabilidad" en el partido y la conexión con las direcciones federal y regional. Caballos y sus partidarios, por reivindicar el papel central y "no subsidiario" del PSOE sevillano en el concierto regional, peticiones que se mezclaron con críticas de traición y deslealtad a la candidatura rival, toda vez que sus protagonistas han ido juntos de la mano en los últimos 20 años.
En la presentación de su candidatura -por sorteo le tocó intervenir en segundo lugar-, Viera se desmarcó, sin citarlo, del talante y de los modos de su rival, al afirmar que sus tres soportes se basan en los valores personales, en la capacidad y no en el reparto de cargos, y en la buena relación con las direcciones superires. "Cuando alguien me dice que sólo le interesan los apoyos políticos [un argumento que ha empleado Caballos], yo digo que no, que prefiero a las personas; cuando me han dicho de 'lo mío que hay' sólo he podido ofrecer fiabilidad y confianza y quiero convencer con argumentos no con porrazos sobre la mesa".
Caballos, en una intervención dura, irónica y sentimental, aseguró que optaba a la secretaría "como algo lógico y natural" y se presentaba con un equipo "sólido" no como el de Viera, en el que conviven "fobias muy antiguas". Pero sobre todo, reivindicó la autonomía de la agrupación.Caballos fue fiel a su estilo mordaz cuando defendió esta idea. "Si quieres, Al-fon-si-to, lo digo con voz baja: el PSOE de Sevilla debe ocupar un lugar central y no subordinado. No es lo mismo que haya sevillanos bajo bandera de conveniencia de otros intereses, que esté el PSOE de Sevilla" en los órganos regionales y federales. Aludía a Alfonso Gómez de Celis, teniente de alcalde de Monteseirín y secretario de la agrupación de Nervión, la más numerosa de Andalucía. Éste, en el debate de gestión, había defendido menos ruido a la hora de defender el peso del PSOE de Sevilla y argumentó su apoyo a Viera de la siguiente manera: "Porque me da la gana". Una vez que se conoció el nombre del ganador, De Celis fue de los más aplaudidos al grito de ¡Alfonsito, Alfonsito!
Caballos digirió mal su derrota, que atribuyó a "causas exógenas" al PSOE de Sevilla, y no parece que esté dispuesto a prestar atención a los que le reclaman que dé un paso atrás. La víspera del congreso, el secretario federal de Organización, José Blanco, intentó convencerlo para que retirase su candidatura, una solicitud que hizo a petición de dirigentes sevillanos próximos a Caballos, entre ellos, la nueva secretaria federal de Igualdad, Maribel Montaño, según fuentes socialistas. En esa conversación, Blanco le hizo saber que la dirección federal no veía con buenos ojos que se enfrentase a una candidatura integrada por el delegado del Gobierno en Andalucía y el alcalde de Sevilla y apoyada por la dirección regional de Manuel Chaves.
"Verde y con asas"
Nada de esto parece haber hecho mella en el portavoz. "Por los datos parece claro que esta situación es negativa para el PSOE de Sevilla y de Andalucía. Razones exógenas han dividido en dos mitades al partido. Los responsables de esta estrategia inexplicable irán saliendo a la luz y deberán dar las explicaciones correspondientes para debatirlas en foro público". Cuando se le preguntó si se refería a la dirección regional, dijo: "Verde y con asas". Y para no dejar duda de que va a continuar en sus tesis enfatizó: "Soy corredor de fondo. Tengo siete vidas como los gatos y me quedan cuatro".
Como estaba previsto, el debate de gestión de la ejecutiva del secretario general saliente, Luis Navarrete, salió aprobada por unanimidad. En su informe, aseguró que había propiciado "la pluralidad, la integración, la cohesión y la habitabilidad", argumentos que en sentido contrario han utilizado los partidarios de José Antonio Viera para defender esta opción. Navarrete también enfatizó que durante el tiempo que ha ocupado la dirección provincial ha trabajado en "sintonía y lealtad" con las ejecutivas de José Luis Rodríguez Zapatero y Manuel Chaves y, dicho esto, rechazó "las imposiciones desde arriba".
Este dirigente relacionó el extraordinario resultado cosechado por el PSOE en las sucesivas convocatorias electorales con el trabajo de su ejecutiva, no sólo con el peso de sus líderes federal y regional. Lo explicó así: "Las caras de Chaves y Zapatero han estado colgadas en todos los rincones de Andalucía y de España. Algo hará que los resultados sean distintos en Almería, Málaga o Guadalajara que en Sevilla".
Los partidarios de los dos aspirantes aprovecharon el debate de gestión para posicionarse a favor de sus candidatos. Fue imposible pactar un número razonable de intervenciones representativas de las dos candidaturas, por lo que al final se produjeron 21 peticiones de palabra. Estos debates se desarrollan siempre a puerta cerrada, pero antes de que los periodistas fueran invitados a salir del salón de plenos se pudieron seguir algunas intervenciones que resultaron muy ilustrativas del tono apasionado y a tumba abierta en el que se celebró el congreso.
En este sentido destacó la intervención del ex delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla José del Valle, destituido el pasado martes. Del Valle "acató" su cese, que atribuyó no a razones de eficacia y confianza, como dijo el presidente andaluz, sino "por su simpatía" hacia Caballos. Del Valle se contradijo cuando negó que hubiera avalado en una reunión de delegados socialistas las críticas por la política de inversiones de la Junta en la provincia de Sevilla. "Se ha dicho que yo he criticado en esa reunión a la Junta de Andalucía y eso es una maledicencia" que atribuyó a Carmen Hermosín. Pero a renglón seguido admitió participar de esa opinión cuando en un tono muy apasionado dijo: "Aquellos compañeros que criticaron duramente a la Junta, cuando han cambiado de foto han recibido un salvavidas, y los que mantenemos la misma posición parece que cometemos un delito".
En la misma línea, la alcaldesa de Tomares, Antonia Hierro, se preguntó "por qué no se va a poder" criticar a la Junta en las reuniones internas, aunque "de puertas a fuera hay que apoyar al partido".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.