Ferrys logra apoyo del IVF después de presentar la quiebra abierta
La firma recibirá tres millones en unos días y retirará el expediente
La situación de Ferrys cambió ayer en pocas horas. La presentación de la quiebra abierta por parte de la firma textil, al no poder hacer frente a sus obligaciones, provocó una reunión que se prolongó cinco horas entre el Institut Valenciano de Finanzas (IVF), los sindicatos y la empresa y que sirvió para desbloquear la mitad del préstamo. Ferrys recibirá la semana próxima tres millones y retirará la quiebra.
La jornada de ayer empezó con una concentración de la plantilla de Ferrys que en un primer momento estaba prevista ante el Palau de la Generalitat y que al final se desvió ante el IVF (Instituto Valenciano de Finanzas). Allí, su director, Enrique Pérez Boada, recibió a representantes de CC OO-PV, UGT-PV y SI. Durante el encuentro, según fuentes sindicales, Boada esgrimió que Ferrys no ha justificado el destino del crédito formalizado en 2002 -seis millones de euros, según el documento firmado finalmente-. Una argumentación, inédita hasta ahora, que se unía a la petición de que el Gobierno formalice el aplazamiento, acordado a principios de mes, de la deuda de la empresa con la Seguridad Social, con la Agencia Tributaria y el Fogasa (Fondo de Garantía Salarial (en conjunto, 18 millones). Otra condición era que el Ayuntamiento de Canals adoptara la decisión de recalificar terreno de la empresa.
Tras un receso en el que se informó a los trabajadores, que permanecieron ayer concentrados durante horas frente al IVF, la dirección de Ferrys se unió a la reunión. El encuentro fue complicado y la actitud de la empresa dura, según diversas personas presentes. De hecho, la empresa ordenó la presentación del expediente de quiebra durante la reunión. Presentación que se realizó poco antes de las 14.00 cuando el IVF ponía sobre la mesa una oferta (900.000 euros) inaceptable para Ferrys .
Pese a los problemas, de la reunión salió un compromiso, que firmaron todas las partes. Pérez Boada se comprometió a desembolsar el 50% del préstamo pendiente, que supone tres millones de euros, en el plazo de 72 horas hábiles. Los tres millones restantes están condicionados a la resolución de la Seguridad Social, la Agencia Tributaria y el Fogasa sobre el aplazamiento de la deuda y al acuerdo del Ayuntamiento de Canals sobre los terrenos. Este paso se dará hoy, cuando está previsto un pleno extraordinario para aprobar una moción en este sentido. En la reunión de ayer participó el alcalde de Canals, Pascual Durá.
Ferrys tendrá que justificar el destino de los seis millones entregados en 2002 y 2003 por el IVF y se compromete a aportar la documentación de las nuevas inversiones desarrolladas por la compañía y que justifican el nuevo préstamo. El secretario de Acción Sindical de UGT-PV, Carlos Calero, considera que esta cláusula es "un elemento complejo y peligroso, y hace pensar que ha habido una falta de transparencia en la gestión de los fondos". Calero opina que el IVF "debería haber fiscalizado mejor los fondos y no hacer acusaciones sin más consistencia sobre falta de transparencia de la empresa". El secretario de Acción Sindical de Fiteqa-CC OO-PV, Vicente Rodríguez, valoró el acuerdo, que supone lograr los objetivos fundamentales para el sindicato: desbloquear el préstamo y evitar que la empresa sea liquidada.
El miércoles, el Ministerio de Trabajo emitió un comunicado en el que recordaba su compromiso de aplazar la deuda de Ferrys y criticaba la actitud del IVF. Pérez Boada dijo ayer que esta nota y el anuncio de quiebra le motivaron a actuar. La empresa no quiso hacer declaraciones.
El frente más urgente
Ferrys arrastra una situación complicada desde que en 1996 presentó suspensión de pagos. La firma tiene una deuda de 18 millones de euros con la Seguridad Social, con la Agencia Tributaria y con el Fogasa. Un dinero al que hay que añadir otros 17 millones con las entidades financieras. El frente más urgente es el de 4,8 millones de euros a los que ayer la dirección de la empresa dijo que tiene que hacer frente antes del 30 de agosto.
Pese a esta complicada situación, el negocio textil de Ferrys no atraviesa una mala situación. La firma cerró el año pasado con beneficios y tiene seis millones de euros en pedidos en proceso de producción y otros diez millones en cartera, según fuentes sindicales.
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