Robert Wilson estrena en Mérida el mito de Proserpina en forma de poema visual
La actriz Emma Suárez se enfrenta por primera vez a un montaje clásico
El norteamericano Robert Wilson estrena esta noche en el Festival de Teatro Clásico de Mérida su versión del mito de Proserpina. En su primera aproximación en España a un clásico grecolatino, se distancia del esquema tradicional para realizar un poema escénico que también es el debú en este escenario de la actriz Emma Suárez. Wilson se siente fascinado por el mito de Proserpina, que en esta ocasión subtitula Perséfone en Mérida, para aglutinar la lectura de la cultura romana y de la griega. El montaje recoge textos de Homero, Brad Gooch y Maita di Niscemi.
Emma Suárez, vestida totalmente de blanco, con boina y bufanda malva para protegerse del aire acondicionado, se sentía ilusionada por su estreno en Mérida: "Se cumple un sueño que también consiste en un desafío. Las piedras del teatro, la noche... dan otra proyección al actor. El primer día del ensayo me encontré muy desconcertada. Estaba en otra dimensión del trabajo. Wilson me ha enseñado que no hace falta plantearse muchas preguntas para llegar a la esencia de las cosas. Nos comunicamos con los ojos, con el lenguaje del alma".
Fue durante un viaje a Italia cuando Emma Suárez descubrió en la villa Borghese Plutón raptando a Proserpina, la escultura de Gian Lorenzo Bernini. "Y me quedé enamorada de ella. Curiosamente, al cabo de los años me piden que participe en un montaje que se llama Proserpina. Perséfone en Mérida. Nunca había pensado en la posibilidad de participar en un montaje clásico. Ha surgido, y curiosamente la propuesta es lo menos clásico a lo que podía ser. Se aprovecha el mito de Perséfone para recrearlo y desarrollar un montaje visual y de sensaciones".
El montaje es todo menos convencional. La principal protagonista no asume el personaje del mito, sino el de un poeta que recita el poema homérico donde se describe el rapto de Perséfone, hija de Zeus y de Démeter, por Hades, el señor del reino de las sombras. En un determinado momento, el texto que recita el poeta se pierde y la voz de Emma se convierte "en un elemento más del grupo. Yo no llevo el peso, no soy la protagonista. Lo somos los ocho actores. Wilson hace un poema visual, todos comulgamos y se crea ese ambiente". Un ambiente que se enfatiza con música de Rossini y Philip Glass y una novedosa iluminación del escenario del Teatro Romano.
Ann Christin Rommen, mano derecha de Robert Wilson, ausente de Mérida, cree que "en la obra hay algo intemporal, que es lo que debe ser el arte. La obra no es lineal, como son las clásicas. Es moderna, como una especie de pintura". El propio Wilson, en su primera y hasta ahora única comparecencia en Mérida, subrayó que " me encanta incorporar todo a mi trabajo. No imagino una obra sólo con texto, sino con otras artes".
Babelia
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