Seamos claros

Como contestación a la carta del pasado viernes del señor Patxi Altuna, para informar a los lectores de EL PAÍS, quisiera decir que este señor, así como los sindicatos ELA, ESTEE-EILAS y LAB, y "la Administración", como siempre que les interesa, están contando las verdades a medias y, por ende, mintiendo. El 5 de julio se firmó un acuerdo mediante el cual se propiciaba empeorar "sustancialmente" las condiciones laborales de 158 profesores, según los firmantes del acuerdo, o el que se vayan a la calle, como los afectados afirmamos que va a ocurrir.

Resulta paradójico que diga que, de no haberse firmado, hubiese peligrado la estabilidad de 1.500 personas y los mayores de 55 años, cuando a ese grupo de 1.500 personas van a quitar 129 para poner a otras tantas (utilizando el quítate tú para ponerme yo) y los mayores de 55 años están amparados por un decreto de perfiles que les exime de acreditarlos. Decreto que, por cierto, es discriminatorio respecto al resto de la Administración pública vasca, que exime a todos los funcionarios con 45 años.

Que "la Administración" también tiene la culpa, no vamos a negarlo, pues cuando Isabel Celaá hizo su proposición no de ley en el Parlamento, de haber salido adelante se hubiese solucionado de una vez por todas un problema añejo de una manera sencilla y honrosa, y que no habría sentado precedente, pues ya se hizo en su día con el personal de las ikastolas publificadas (por cierto: porqué será que cada vez que se lo mentamos no quieren hablar del tema).

Si el PNV, por razones de gobierno compartido, no podía llevarle la contraria a EA y tuvoque votar en contra de la propuesta de la señora Celaá , sí podía haber presionado a EA a redactar un acuerdo sin daños colaterales. Por lo tanto, seamos claros: tanto los sindicatos ELA, ESTEE-EILAS y LAB, así como EA y PNV, son los responsables de la no solución de éste problema. Porque soluciones había, y sigue habiéndolas; sólo que hace falta voluntad, no sólo para aplicarlas sino también para oírlas.

Lástima que quien sabe no pueda o no le dejen , y que quien puede (la señora Iztueta) a día de hoy siga sin querer recibirnos para escucharnos, pese a habérselo pedido en los últimos meses reiteradamente.