Los sindicatos temen que Sáez Merino deslocalice toda su producción
Pese a las dificultades por las que atraviesa, en este caso el sector textil, los sindicatos están convencidos de que Sáez Merino puede optar por un camino que no pase por realizar una "sangría" de 548 empleos con el cierre de cuatro centros y el recorte en un quinto.
UGT-PV y CC OO-PV consideran que la decisión de cerrar cuatro plantas de confección -Torrent, Ayora, Carcaixent y Casas Ibáñez (Albacete)- y despedir a 548 empleados de sus más de 1.600 para trasladar más de la mitad de su producción de confección al norte de África puede ser el primer paso de la total deslocalización que deje el grupo en una comercial. El secretario de Acción Sindical de Fiteqa- CC OO-PV, Vicente Rodríguez, y su homólogo en FIA-UGT-PV, Ramón Morales mostraron ayer, tras mantener la primera reunión del periodo de consultas con el grupo, su "total oposición" al expediente de regulación de empleo presentado.
Los sindicatos subrayaron que Sáez Merino ha tenido en los últimos años "toda la flexibilidad" que ha necesitado por parte de la plantilla. En esta línea y ante una decisión que consideran "excesiva" por su realidad económica, se mostraron dispuestos a sentarse a hablar de un "nuevo modelo de crecimiento" y a discutir sobre la caída de ventas, pero rechazarán el despido de 548 personas para deslocalizar producción.
En el plan económico presentado ayer Sáez Merino prevé unas pérdidas ordinarias de 7,86 millones. El grupo aseguró ayer que la medida anunciada es "suficiente" para garantizar la continuidad de los más de 1.100 trabajadores restantes. Dirección y sindicatos acordaron iniciar la negociación social en septiembre. Los sindicatos van a pedir reuniones al Consell y al Gobierno y buscarán la ayuda de los grupos políticos en las Cortes.
