La Comunidad afirma que el edificio siniestrado cumplía todas las normativas
La subestación eléctrica incendiada el pasado jueves fue revisada hace poco más de un año -la legislación obliga a una revisión cada tres años- y estaba en perfecto estado, cumplía las normativas y no consta ninguna irregularidad, según informó a Efe el Gobierno regional.
El incendio se desató cuando unos operaciones acababan de instalar un nuevo transformador que iba a comenzar a funcionar en breve. El proyecto técnico para la nueva instalación, cuya puesta en marcha se barajó inicialmente como posible desencadenante del suceso, fue aprobado por la Dirección General de Industria, Energía y Minas, dependiente de la Consejería de Economía, el 12 de mayo de 2003. Un mes después se realizó la inspección reglamentaria y no se observó ninguna anomalía.
En Industria no consta ninguna denuncia por parte de los vecinos a causa de la instalación, si bien se ha abierto un expediente informativo para determinar las causas del siniestro. El mismo día del incendio, Antonio Lobo, presidente de una comunidad de vecinos próxima, aseguró que las "vibraciones" procedentes de la subestación habían sido denunciadas en 12 ocasiones.
Unión Fenosa e Iberdrola tienen en la región 172 instalaciones como la incendiada, pero no se consideran peligrosas, señalaron fuentes de la misma dirección general. No es habitual que estaciones como la de Unión Fenosa, "sometidas a un control férreo", produzcan incidentes graves, añadieron las mismas fuentes.
Labores de apeo
El jefe de Servicio de Control de Edificación, Emilio García Burgos, informó que los técnicos están estudiando la manera más adecuada de demoler la subestación destruida, después de que la compañía y el Ayuntamiento decidieran ayer tarde derribar la subestación eléctrica. García Burgos confirmó que ya se han puesto en marcha las labores de apeo en la zona interior de las calles afectadas para evitar más daños en los edificios de los alrededores.
García Burgos explicó que se procederá a derrumbar la subestación con ayuda de dos grúas, una de ellas para el peto, y la otra para acometer la demolición del edificio. Estos trabajos se realizarán con medios técnicos, añadió, al tiempo que especificó que ninguna persona accederá al interior del edificio debido a la inestabilidad de éste como consecuencia de las grietas que se han abierto en la estructura de hormigón.
El coordinador de Empleo y Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid, Antonio de Guindos, avanzó que será necesario esperar a comprobar los efectos que la demolición de la subestación pueda causar en los edificios colindantes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.