Guerra de acusaciones por dopaje entre la federación y piragüistas
La guerra del dopaje ha estallado abiertamente en el piragüismo. En vísperas de los Juegos Olímpicos de Atenas, mientras el equipo nacional está concentrado en Navia (Asturias), se ha reavivado el conflicto que proviene de la modalidad no olímpica de larga distancia o maratones. Varios de sus integrantes, encabezados por la pareja vallisoletana Emilio Merchán y Julio Martínez, que ya fueron sancionados el año pasado por no pasar un control antidopaje, han acusado a la Federación Española de incitarles al dopaje. El presidente federativo, Santiago Sanmamed ha rechazado tales acusaciones y los palistas del equipo olímpico han emitido un comunicado desmarcándose y asegurando que en ningún momento han sido "incitados al consumo de cualquier tipo de sustancias prohibidas".
Según el Consejo Superior de Deportes (CSD), entre 2000 y 2004, durante la olimpiada de Atenas, se han hecho 609 controles antidopaje a piragüistas, en competición y por sorpresa. Sólo dos dieron positivo en 2001.
El caso de Merchán y Martínez, suspendidos por no pasarlo, aunque ellos dicen que no se les avisó, ha llegado incluso a la justicia ordinaria, y el juicio está previsto para el día 23.
Sanmamed dice que la querella formulada por los dos palistas en Valladolid carece del más mínimo apoyo probatorio, en opinión de fuentes jurídicas. El presidente de la federación también cree que la denuncia anterior presentada ante el CSD no es más que una revancha por el endurecimiento de la política antidopaje federativa.
A Merchán y Martínez se han unido en las acusaciones de incitación al dopaje los palentinos Santiago Guerrero y Jorge Alonso, precisamente al día siguiente de que fueran apartados del equipo nacional que va a participar en los próximos Mundiales de Noruega.
El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, afirmó ayer: "No cejaremos en nuestra lucha contra el dopaje y hay casos puntuales como éste en el que llegaremos hasta el fondo. Se ha vuelto a poner de manifiesto la necesidad de que la administración sea más ágil en estos casos, por eso seguimos apostando por una agencia española antidopaje".
