La Costa del Sol apuesta por actos culturales de alto nivel para aumentar sus atractivos
Los ayuntamientos aumentan sus gastos para programar una oferta amplia y variada
Hace un par de años que se oye hablar de la Costa del Sol de otra manera. El turista tiene la posibilidad de asistir espectáculos de primera línea como el estreno mundial del musical Aladdín, escuchar la guitarra de Paco de Lucía, un concierto de Morrisey en un castillo del siglo XI o presenciar el montaje que inauguró el Festival de Teatro clásico de Mérida, Yo Claudio. Son algunas de las ofertas con las que varios ayuntamientos de la provincia, conscientes de la necesidad de diversificar la oferta, tratan de atraer el turismo nacional a costa de esfuerzos presupuestarios.
A finales de la década de los sesenta la costa del Sol era un lugar donde se vivía de noche y se dormía cuando había luz. Hoy, su oferta muta junto al cliente. "Además de la hospitalidad tenemos que ofrecer un elemento diferenciador como es la cultura", explica el gerente del Patronato de Turismo de la Costa del Sol, Juan Antonio Martín. Hasta ahora, los referentes por excelencia eran los conciertos del parque de atracciones Tivoli World en Benalmádena y el festival de la Cueva de Nerja. Dos ofertas con público muy diferenciado, que en los últimos años comparten protagonismo con otras actividades como conciertos de artistas alternativos, temporadas líricas, óperas o festivales de música étnica.
Hace tres años que en Benalmádena apostaron por un centro de exposiciones que exhibiera, de forma gratuita, muestras de artistas como Dalí o Miró. El día 22 de julio inauguran una muestra de Chillida. "Queremos ampliar el edificio hasta los 1.500 metros cuadrados para ampliar que forme parte del circuito de las grandes exposiciones", explica el alcalde Enrique Bolín. Aprovechan la afluencia de público del verano para programar actuaciones como la de la Compañía Nacional de Danza 2 dirigida por Nacho Duato, el 23 de julio, o la obra teatral Yo Claudio, el 27 de agosto, con Héctor Alterio como protagonista. Con un presupuesto cercano al millón de euros para actividades culturales y dificultades para encontrar patrocinadores, el alcalde tiene en mente construir un auditorio "para que las orquestas sinfónicas hagan ciclos de conciertos". Los precios de sus actividades oscilan entre los 20 y los 30 euros, de las noches del flamenco, y 12 euros, para el resto de actuaciones.
En Fuengirola, un municipio de los más pequeños de España, restauraron un castillo del siglo XI para competir con la oferta de ocio de grandes parques temáticos o acuáticos. "Apostamos por un ocio cultural", explica su alcaldesa, Esperanza Oña. En él han celebrado el AV Festival - dedicado a la música alternativa y en el que ha actuado el ex líder de los Smiths Morrisey-, el Festival de Ciudad de Fuengirola, con programaciones más clásicas como el ballet de Víctor Ullate, y las Noches del Castillo, dedicadas al público más joven. A ello añaden el Festival de Teatro Musical, en el que invierten cada año 600.000 euros y para el que ha firmado un convenio que garantiza cuatro ediciones. Para el resto de las actividades tienen un presupuesto de 240.000 euros, cifra que recuperan con la venta de entradas y la colaboración de varios patrocinadores.
En el Festival de Teatro de Mijas llevan 18 años buscando calidad, "pero también que las obras sean divertidas", cuenta la concejala de cultura, María del Carmen Jiménez. Con un presupuesto modesto, 60.000 euros, este año cuentan con Tricicle 20, la segunda compañía de Tricicle, el 30 de julio, y Rafael Álvarez El Brujo, el 31 de julio. La última semana de julio, Rincón de la Victoria programa el Festival de la Comedia, y Torremolinos acoge todo el verano representaciones de lírica. Una oferta que se une al legado histórico de Ronda y Antequera, y que cierra un triángulo con el Museo Picasso de Málaga.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.