Agujero en la selección alemana

Tres semanas después de haber sido eliminada en la primera fase de la Eurocopa, la selección alemana de fútbol aún sigue sin entrenador. Candidatos para sustituir al dimitido Rudi Völler no han faltado y con al menos dos de ellos se ha negociado en serio: Ottmar Hitzfeld, ex director técnico del Bayern Múnich, que dice estar recargando las baterías aún, y Otto Rehhagel, triunfal entrenador de Grecia, a la que no quiere dejar plantada. Ni ellos, ni varios otros han querido asumir las riendas del equipo que hará de anfitrión en el Mundial 2006. Mientras en internet circulan toda suerte de formularios humorísticos para aspirar al cargo, la Federación Alemana ha comenzado incluso a buscar seleccionador allende las fronteras.

Ya el nombre oficial del gremio que hace las pesquisas, es motivo de mofa: Comisión para Buscar un Entrenador, TFK, por sus siglas en alemán.

Otros entrenadores han manifestado públicamente su falta de interés, como Jupp Heynckes, ahora en el Schalke 04, y Felix Magath, sucesor de Hitzfeld en el Bayern Múnich. Paul Breitner, incluso llegó a decir: "Antes que seleccionador prefiero ser Papa". Aparte de diversas dificultades contractuales, quizá el problema es la desconfianza de todos en el futuro futbolístico alemán.

Apenas unos cuantos técnicos son más optimistas y han presentado por iniciativa propia candidaturas que de momento sólo despiertan desconfianza. Entre ellos están Lothar Matthäus, actual seleccionador de Hungría, tras dejar el Partizan serbio, y Winfried Schäfer, que sigue en Camerún. Ante semejante penuria la Federación está dispuesta por vez primera a contratar a un entrenador extranjero, siempre y cuando hable alemán. En la lista entrarían entonces Guus Hiddink, del PSV Eindhoven, y el danés Morten Olsen.

Pero con el caos evidente hay quien dice que lo mejor es volver a preguntar a Hitzfeld si ya ha recargado sus baterías.