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Reportaje:

El espíritu de Cousteau

L'Oceanogràfic exhibe imágenes de una expedición al Mar Rojo

Ferran Bono

El espíritu del comandante francés Jacques-Yves Cousteau (1910-1997) estuvo ayer presente en l'Oceanogràfic y en Valencia. No sólo por las fotografías que evocan su inconfundible aspecto, de oceanógrafo enjuto, tocado con un gorro rojo, con la piel apergaminada a causa de la vida en el mar; sino también por la labor investigadora del llamado telepredicador de los mares que continúa el barco Alcyone, atracado en el Club Náutico de la ciudad.

Su viuda y segunda mujer, Francine, presidenta de la Fundación Sociedad Cousteau, presentó ayer en l'Oceanogràfic la exposición Ingenieros del mar, que reúne algunas fotografías del reciente viaje científico realizado al Mar Rojo con el fin de analizar la situación del mar que contiene algunas muestras de arrecifes de coral más apreciadas en el mundo. 50 años antes Cousteau había explorado el mar que baña las riberas de Israel, Jordania y Egipto con su dragaminas reconvertido en estudio científico, el Calypso, que el realizador Louis Malle contribuyó también a popularizar con un trabajo documental, premiado en el festival de Cannes. El Calypso es ahora un pecio en el mar de Singapur.

La viuda del marino pide crear el Tribunal Internacional para el Medio Ambiente

La expedición actual comprobó este mismo año que los arrecifes de coral se conservan en buen estado gracias sobre todo a que la zona no está muy poblada, señaló Jean M. Jaubert, jefe de la expedición de la Sociedad Cousteau. No obstante, el crecimiento del turismo y del tráfico marítimo obligan a tomar medidas de protección, añadió. Jaubert, director también del Museo Ocenográfico de Mónaco, sostuvo que muchos países se han concienciado del problema de contaminación del Mediterráneo y desde hace unos años se ha detectado que la pradera de Poseidonia ha dejado de reducirse en términos genéricos. No parece ser éste el caso de la costa valenciana.

La exposición patrocinada por IWC muestra hasta el 8 de agosto imágenes inéditas, aunque escasas en número, de la belleza de los fondos coralinos del Mar Rojo, además de recordar a Cousteau. También se proyectará la película completa de la expedición. Pero la visita de Francine también tenía como objeto denunciar los peligros que corre el medio ambiente. En este sentido, la viuda del comandante, que ofreció una conferencia de prensa tocada también con un gorro rojo, incidió en el objetivo de instar a la comunidad internacional a la creación en un plazo de 30 años de un Tribunal Internacional de Medio Ambiente, que vigile y juzgue los delitos ecológicos. Francine Cousteau explicó que su equipo trabaja en tres ámbitos fundamentalmente; educación, protección del litoral mundial y expediciones.

El secretario autonómico de Eventos y Proyectos, Luis Lobón, manifestó que la exposición, que en España sólo se exhibirá en l'Oceonogràfic, es una "excelente oportunidad para conocer el apasionante mundo del mar".

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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