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El turismo, el tabaco y el petróleo elevan la inflación hasta el 3,5% en junio

El IPC acumulado llega al 2,2% y amplía a 1,1 puntos el diferencial con la zona euro

Lucía Abellán

La inflación encadenó en junio el tercer mes de subidas anuales consecutivas. El índice de precios de consumo (IPC) creció dos décimas respecto a mayo y su evolución anual asciende ya al 3,5%, una décima más que en junio, la tasa más alta desde marzo de 2003. Al encarecimiento del petróleo que lleva lastrando el IPC desde abril se le han sumado esta vez los precios turísticos, que acusan ya el arranque del verano, y la subida del tabaco aplicada a finales de mayo. En sólo seis meses la inflación llega al 2,2% y supera ya la previsión de todo el año (2%), mientras el diferencial con los países del euro se eleva a 1,1 puntos.

La inflación volvió a crecer en junio por tercer mes consecutivo tras un periodo de moderación que la situó en el 2,1% en febrero y marzo. El IPC creció dos décimas entre mayo y junio. En los últimos 12 meses, la subida asciende al 3,5%, según los datos divulgados ayer por el Instituto Nacional de Estadística. Es el nivel más alto desde marzo de 2003 y contrasta con el 2,7% registrado en junio de 2003. En el primer semestre del año, el IPC ha acumulado una subida del 2,2%, con lo supera ya la previsión oficial del 2% fijada por el Banco Central Europeo para la zona euro. El año pasado, este límite no se rebasó hasta octubre.

La evolución anual de los carburantes continúa disparada (9,3%), lo que sigue impulsando al alza la evolución del IPC. Sin embargo, respecto a mayo, los precios de la energía se mantuvieron fijos, fruto de la ligera bajada del petróleo (desde casi 38 dólares por barril brent, de referencia europea, en mayo a 35,1 en junio).

El mantenimiento de los precios energéticos motivó una menor incidencia de los carburantes en las subidas mensuales del IPC de junio. La energía cedió la primera posición que ocupaba en la lista de elementos con mayor repercusión mensual, un relevo que han tomado en esta ocasión el turismo y la hostelería.

Todas las partidas ligadas a esta actividad crecieron en junio. Hoteles, cafés y restaurantes subieron cuatro décimas y acumulan un 4% anual. El grupo ocio y cultura, que engloba los viajes organizados, creció ocho décimas en el mes, el doble que el año pasado. La propia rúbrica turismo y hostelería se encareció un 0,9%, con lo que en los últimos 12 meses ha crecido un 3,9%. Y los servicios, también afectados por el turismo, han crecido cuatro décimas en el mes, hasta el 3,8% anual. Es de prever que estos grupos sigan evolucionando al alza en julio y agosto, los meses de mayor actividad turística.

Tabaco más caro

Otra partida con una fuerte incidencia en el IPC del mes fue el tabaco. La subida cuantificada en junio es continuación de la que ya registró la inflación de mayo. La tabaquera Altadis decidió en mayo aumentar 15 céntimos el precio de la mayor parte de sus marcas, una decisión que fue secundada por su competidora Philip Morris, que aplicó el mismo aumento a algunos de sus productos. Esta medida, adoptada a finales de mayo, ha tenido repercusión en junio y ha elevado el tabaco un 1% en el mes. La subida es muy superior si se tiene en cuenta el último año, hasta el 8%.

Al igual que la energía, la partida de alimentos y bebidas en su conjunto se mantuvo sin variación respecto a mayo. Al desglosarla, sin embargo, se observa una tendencia opuesta a la norma: los alimentos frescos, los más inflacionistas, descendieron cinco décimas, con un 6,2% interanual, y los elaborados, más estables, crecieron un 0,4%. En el caso de los frescos, la moderación obedece principalmente al efecto comparación con el año pasado, cuando los precios iniciaron una senda alcista fruto de la ola de calor que asoló las cosechas. En cuanto a los elaborados, además de recoger la subida del tabaco, incluida en ese grupo, están afectados por la subida del aceite, que en el último año se ha disparado un 19,2%.

La inflación subyacente (elimina los elementos más volátiles, alimentos frescos y energía) también creció en junio un 0,2%. Su evolución anual resulta una décima superior a la de mayo, al pasar del 2,7% al 2,8%. No obstante, es siete décimas inferior al índice general.

Una de las peores consecuencias de la escalada de la inflación, más fuerte que en otros países de la zona euro, es el aumento de la brecha entre la evolución de los precios españoles y los del entorno de la moneda única. Según datos aún preliminares, el diferencial ha aumentado desde 0,9 puntos en mayo hasta 1,1 en junio. Este indicador sobrepasa así la barrera de un punto a partir de la cual los expertos consideran que un país pierde competitividad respecto a sus socios.

El Gobierno espera que con la tasa del 3,5% se haya alcanzado un máximo en la inflación del año. El secretario de Estado de Economía considera que el IPC se desacelerará en los próximos meses si el petróleo no experimenta repuntes imprevistos. "Es razonable pensar que estamos en el máximo o cerca del máximo", aseguró ayer David Vegara. Algunos analistas coinciden con esta valoración del Gobierno.

Oposición y sindicatos comienzan a mostrar preocupación por la evolución de los precios. El Partido Popular considera que la inflación está "descontrolada", lo que supondrá una "grave amenaza" para la competitividad del país. Izquierda Unida cree que la inflación puede cerrar el año en el 3%, por lo que pide al Gobierno que revise el objetivo oficial. También los sindicatos apelan al Ejecutivo, aunque en este caso para solicitarle medidas concretas de lucha contra la inflación. CC OO pide que se centren en el encarecimiento de los alimentos y UGT destaca el impacto sobre los asalariados. La patronal CEOE subraya que la mitad de la inflación en el primer semestre obedece al incremento de los combustibles.

Al contrario que en España, en Francia la moderación del petróleo permitió un mantenimiento de los precios en el mes y una bajada interanual de dos décimas, hasta el 2,4%.

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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