Uría acelera en Portugal

Uría & Menéndez ha decidido pisar el acelerador en Portugal. Tras tres años con oficina propia, el despacho de abogados español se ha fusionado con Vasconcelos, F. Sá Carneiro, Fontes y Asociados para dar lugar a una de las primeras firmas del país: 70 abogados y 9 socios con idénticos derechos a los españoles. Es sólo el último movimiento de un mercado legal en pleno cambio.

Estima que su facturación mejorará entre un 5% y un 10% gracias al acuerdo ibérico, el primero que supone "una integración total"

La oficina que Uría & Menéndez tenía en Portugal se había quedado pequeña. Con un socio al frente, 20 abogados, todos portugueses, y presencia sólo en Lisboa, corría el riesgo de perderse las grandes operaciones, aquellas en las que las empresas necesitan un despacho de abogados de cierta dimensión, en un momento en el que en Portugal se mueve. Así que la firma legal, la tercera española por facturación con 92,98 millones de euros el año pasado, ha decido hacerse mayor de golpe en el país vecino y se ha fusionado con Vasconcelos, F. Sá Carneiro, Fontes y Asociados tras tres meses de acercamiento.

El objetivo es no perder el paso para seguir el fuerte ritmo del mercado portugues. En palabras de Rodrigo Uría: "Aunque la oficina portuguesa crece por encima de la media de las que tenemos en la Península, con el crecimiento orgánico nos ibamos a quedar atrás".

El resultado es un bufete con más de 70 abogados que trabajará con la marca Uría & Menéndez. Una nueva oficina en Oporto. Y nueve socios, Duarte Garin que encabezaba la oficina lisboeta abierta en 2001, y los ocho socios del despacho portugués, que se integran en condiciones de total igualdad a los 59 que Uría tiene en España. El despacho se convierte de esta forma en "la tercera o cuarta firma del Portugal" por número de abogados (no desglosa la facturación de la oficina portuguesa).

Uría estima que la facturación de la firma mejorará entre un 5% y un 10% gracias al acuerdo ibérico, el primero que supone "una integración total". Confía para ello en atraer a nuevos clientes: "cada vez más empresas españolas y europeas están metiéndose en Portugal". La estrategia del despacho, también en España, es participar en grandes operaciones, más que tener clientes fijos. De hecho menos del 2% de la facturación de la firma proviene de las igualas que pagan las compañías que desean asesoramiento legal permanente. Los fiscalistas generan otro 10%.

Es por tanto un despacho fuerte sobre todo en derecho mercantil, bancario, del mercado de valores y financiero, pero también público y procesal , laboral, inmobiliario y fiscal, áreas que pretende reforzar también en Portugal con esta fusión.

En cuanto al coste de la operación, Rodrigo Uría asegura, sin cifrarlo, que éste se limita al nombramiento de los ocho nuevos socios, y los asociados a las nuevas infraestructuras: edificios, unificación de sistemas informáticos, etcétera. La idea es que todos los abogados compartan oficina en Lisboa, al frente de la cual estarán Garin y Francisco Sá Carneiro, que es hijo del ex primer ministro portugués del mismo nombre, fallecido en un accidente en 1980. Los nuevos abogados de Uría se incorporan además al plan de carrera de la firma. Los que lo hagan el año que viene, sin embargo, tendrán uno separado. El periodo de transición se ha establecido en tres años.

El paso dado por Uría & Menéndez, que tiene más de 300 abogados, no es un paso aislado y demuestra el interés de los grandes despachos españoles por consolidar su presencia en el mercado portugués. Cuatrecasas llegó en marzo a un acuerdo con Gonçalves Pereira, Castelo Branco & Asociaddos. Y Garrigues, el número uno español por facturación y número de abogados, está pendiente de que las autoridades portuguesas aprueben su acuerdo con Leónidas, Matos y Asociados.