ICV rejuvenece la dirección e introduce la paridad de sexos

El congreso de Iniciativa per Catalunya Verds dio ayer un fuerte espaldarazo a la dirección saliente y a su presidente, Joan Saura, votando casi por unanimidad el informe de gestión debatido en la sesión de la mañana. Hubo sólo cinco abstenciones. La candidatura para el consejo nacional del partido, que se amplía hasta 250 miembros, apunta las líneas maestras que quiere seguir ICV: paridad de sexos, rejuvenecimiento, expansión organizativa y recuperación de la vinculación con los trabajadores.

El nuevo consejo nacional de la formación ecosocialista tendrá un 43% de miembros nuevos. No es poco si se tiene en cuenta que en el anterior congreso se produjo ya una renovación del 50%. Y habrá un 40% de mujeres, lo que representa un fuerte incremento sobre el 24% que había hasta ahora. El promedio de edad desciende de los 49 a los 41 años. Entre los que dejarán de estar en el máximo órgano de dirección entre congresos se cuentan algunos históricos como Rafael Ribó, recién elegido síndic de greuges y primer presidente de Iniciativa, y Antoni Gutiérrez Díaz. Ambos son ex secretarios generales del PSUC. Con ellos se van también José Luís López Bulla, ex secretario general de Comisiones Obreras y ex diputado, y Miguel Núñez y Francesc Vicens, veteranos dirigentes del PSUC que han contribuido a la mutación del viejo partido de los comunistas catalanes en el nuevo partido de izquierda verde.El acceso de ICV a la condición de partido con importantes responsabilidades de gobierno se reflejará también en la composición del consejo nacional. Un centenar de sus miembros son cargos públicos en todos los niveles, desde los dos miembros del Gobierno hasta concejales.

La inexistencia de una fuerza verdirroja en el resto de España fue uno de los pocos elementos negativos apuntados en el informe de Saura y en el debate posterior. ICV no quiere volver al modelo de vinculación orgánica a un partido español, pero sí quiere tener partenaire en la política estatal.

De esto hablaron en el congreso el coordinador general de Izquierda Unida (IU), Gaspar Llamazares, y Fernando Garrido, portavoz de la Confederación de Los Verdes. Con ambas organizaciones mantiene ICV fluidas relaciones, a la espera de que cuaje en el resto de España, como ha cuajado en Cataluña, una articulación política del espacio social ecosocialista.

Llamazares, que no pudo menos de felicitar a ICV por su "asamblea feliz" tras los tiempos en que tanto han escaseado, mostró su confianza en seguir caminos muy parecidos a los andados por ICV. "No os preocupéis. Vamos a ir a una asamblea general de IU que no será de crisis, sino de superación de la cultura de crisis. Una asamblea que no dejará a nadie por el camino, pero que será irreversible y avanzará por la vía del ecopacifismo", aseguró.

El debate del informe presentado por Saura puso de manifiesto que ICV es hoy una organización convencida de que no ha hecho más que iniciar una progresión a la que no quiere poner límites, ni sociales, porque se consideran ya superados los tiempos del clasismo en política, ni territoriales. La composición del nuevo consejo nacional de ICV se orienta a facilitar la expansión del partido, que es ahora una de sus principales prioridades. En la candidatura para el consejo nacional hay 30 sindicalistas, entre los que se cuentan relevantes miembros de la dirección, pero también de las organizaciones del Baix Llobregat, el Vallès Oriental, el Barcelonès, Tarragona..., y de las organizaciones de ICV en empresas tan significativas como Seat y Alstom.

Saura incluyó el esfuerzo por aumentar la vinculación política y electoral a los trabajadores entre los nuevos objetivos. "Tenemos que ver qué pasa con nuestro voto en los barrios obreros y de renta baja", dijo, "porque lo cierto es que en la actualidad penetramos mejor en los medios sociales profesionales que en los obreros".