IU atribuye sus fracasos electorales a la división interna del partido
El partido cree que en Madrid sufre una "fragmentación galopante"
El documento político previo a la séptima asamblea regional de IU, que se celebrará el próximo octubre, apunta a la "gestión del conflicto interno" en el partido como responsable del batacazo electoral sufrido por IU tanto en las elecciones generales como en las europeas. Este documento, realizado por representantes de todos los sectores dentro del partido, acusa a los responsables de IU en Madrid de "fragmentación galopante".
La comisión preparatoria de la asamblea regional de IU, que se celebrará probablemente los días 15, 16 y 17 de octubre, ha redactado un texto provisional para su debate en el consejo político regional como primera síntesis de lo que se tratará en la reunión de la asamblea. En la tarde de ayer, durante la celebración de ese consejo político regional, irrumpieron "una treintena de militantes", según fuentes de IU, "portando pancartas en las que se pedía la dimisión del coordinador general del partido, Gaspar Llamazares". Esas mismas fuentes aseguran que el partido en Madrid "también carece de una dirección clara".
En ese documento, al que ha tenido acceso EL PAÍS, se llega a hacer tal autocrítica que se califica la situación, tras las últimas consultas electorales, como de "extremadamente crítica" en cuanto a la "relación" del partido "con la sociedad y la gestión del conflicto interno". En cuanto a la situación del partido a nivel nacional, el escrito confirma "un claro revés electoral de IU, confirmado posteriormente en las elecciones europeas". Además, se declara que los objetivos del partido "sólo se vieron cumplidos en lo referente a la derrota electoral el PP", pero se asume que "IU no estará en condiciones de determinar grandes decisiones políticas".
Según fuentes de IU, este documento es simplemente "una síntesis básica de consenso" de todas las aportaciones de cada una de las corrientes internas del partido. Estas mismas fuentes confirman que "durante todo el mes de julio se seguirán realizando aportaciones a este texto, que en ningún caso está totalmente cerrado".
Sin embargo, en el texto se asegura que la asamblea extraordinaria federal deberá estar encaminada a ir más allá "de un proyecto que involucionara a un reduccionismo orgánico exclusivamente comunista". Además, se afirma que "el conflicto interno no debe serguir siendo la principal seña de indentidad externa" del partido", así como "superar la adolescencia en materia de alianzas políticas".
En este sentido, se acusa al PSOE de realizar una política que se aleja de la izquierda: "No han pasado tres meses desde la toma de posesión del nuevo Gobierno [de Rodríguez Zapatero] y ya se puede observar con claridad la preeminencia de los criterios neoliberales sobre los socialdemócratas en multitud de cuestiones". Y se insta al partido a "proyectar a la sociedad un perfil político consecuente de izquierdas".
En cuanto a IU en Madrid, el partido asume que desde 1999 ha vivido "un preocupante proceso de interiorización, desvertebra-ción y de crisis continuas de dirección". La última de estas crisis la protagonizó el secretario general de IU en Madrid, Fausto Fernández, al pedir la dimisión y el acta de diputado al parlamentario Miguel Reneses por haber ido a un viaje oficial acompañado por una supuesta asesora de prensa. Reneses aseguró entonces que todo se debía a que un sector del partido en Madrid había puesto "en cuestión la forma en que Fausto Fernández organizaba tanto el grupo parlamentario en la Asamblea de Madrid como al partido en la región". Fernández aseguró ayer, tras la reunión del consejo político, que "todos los que formamos la dirección de IU tenemos que asumir nuestra responsabilidad con lo que le está ocurriendo al partido". Fernández afirmó que "ahora tienen la palabra los afiliados y han de tener muy claro que en la asamblea ocurrirá lo que ellos decidan".
El documento llega incluso a poner en cuestión la actuación de Fernández al frente del partido, puesto que aconseja que se estructure "una dirección política que actúe como tal y que cohesione en su entorno al conjunto de la organización". También se considera como impostergable "consensuar los elementos organizativos y democráticos básicos que pacifiquen internamente la organización".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.