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Reportaje:

Al 'Este04' de la ciudad

Un nuevo festival ofrece música y diseño entre contenedores y frente al mar en un tinglado del Puerto de Valencia

Ferran Bono

La idea resulta refrescante. En el Tinglado número 4 del Puerto de Valencia, frente al mar y al puente levadizo, se puede escuchar música, tomar una copa, mirar un audiovisual, bailar, cenar, charlar o experimentar la sensación que causa caminar con los pies desnudos sobre una superficie de arcilla húmeda para dejar tu huella. Son algunas de las propuestas del nuevo festival Este04, cuyo nombre alude a la situación geográfica de Valencia y del Mediterráneo, según explica Amelia Quiroga, directora artística.

El mar está omnipresente y a él está orientada esta iniciativa que pretende ser un espacio de diseño, con participación de jóvenes profesionales gráficos e industriales valencianos, y de música, con actuaciones nacionales e internacionales. El director del encuentro Abraham Entrambasaguas añade otras áreas objetos de atención: urbanismo, arquitectura, paisajismo y "juventud".

Todo el tinglado se estructura a lo largo de los 5.000 metros cuadrados y a través de contenedores portuarios, que funcionan a modo de separadores de las diversas áreas y de espacios de exhibición. En su interior, hay, por ejemplo, una barca varada. Es la instalación coneptual Mediterráneo 2004 del estudio Mosaico Design que remite al otro lado del Mare Nostrum, a la pateras que simbolizan sueños rotos. En otro contenedor, se ha plantado la Electro huerta, donde alumnos de la Escuela de Diseño reflexionan sobre la evolución de los usos agrícolas, con unas curiosas y lumínicas hortalizas. Al lado, el Colectivo Parking de diseñadores industriales han concebido una especie de jardín de botijos modelados por el viento del Llevant y por tanto, inclinados hacia el Poniente. Recuerdan vagamente a ciertas esculturas de Juan Muñoz. "Trabajamos con materiales tradicionales, dándoles nuevas funciones para trasmitir nuevas sensaciones", dice uno de los también responsables del contenedor con arcilla.

Con materiales de reciclaje trabaja el colectivo liderado por los hermanos Montoya, que ha creado sillones y esculturas de arte povera a partir de bañeras desguazadas, recortadas y transformadas. Las diseñadoras de Bomo ofrecen botellas vacías para meter mensajes que serán leídos por otros en su montaje Embotellados. Hay muchos más contenedores, como el que alberga De culo al mar, que incide críticamente en la situación de la costa mediterránea saturada por el ladrillo y el turismo masivo.

Los pasillos y las áreas están delimitadas por los contenedores, que dan paso a la gran pista de música, al espacio para relajación o al pequeño jardín que "suaviza la dureza del entorno" portuario, en palabras de una colaboradora de la organización. Este04 es un festival surgido de la iniciativa privada, con un presupuesto de 170.000 euros, de los que el Ayuntamiento de Valencia ha aportado 20.000, además de ceder el tinglado, señala Entrambasaguas

. Los concejales de Juventud y Fiestas, Beatriz Simón y Félix Crespo, respectivamente, realizaron ayer una visita guiada. También la Autoridad Portuaria colabora, junto a empresas como San Miguel e instituciones diversas.

La música es uno de los platos fuertes del festival, que hoy es de acceso gratuito, mientras que el viernes cuesta la entrada siete euros, y el sábado, 12 (la conjunta vale 15). Hay cuatro espacios musicales para escuchar música electrónica tranquila, para movida para bailar y fusionada con pop, y drum & bass. Anoche ya hubo actuaciones, aunque hoy tendrá lugar una de las más esperadas, la del DJ oficial de Portishead, Andy Smith (a las 23.00). Mañana, está programado

Lontano y Stereo Mc's, entre otros. El sábado, Slam y Richard Fearless, entre otros.

Este04 también acoge charlas sobre diseño o urbanismo, siempre en un ambiente refrescante, gracias al Tinglado número 4 que se abre al mar.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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