Diferentes lecturas
Con el esportón lleno de trofeos, Manuel Chaves y lo suyos regresan a Andalucía plenamente satisfechos del grado de representación que han alcanzado los socialistas andaluces en el 36º Congreso Federal de PSOE celebrado este pasado fin de semana en Madrid. Se han conseguido tres secretarías de áreas y otras tres vocalías en la nueva ejecutiva de José Luis Rodríguez Zapatero alcanzándose así las máximas cotas de representación. De igual modo, ha habido un destacado protagonismo del presidente andaluz, que ha logrado ganar quizá la batalla más importante, como es lograr que el PSC de Pascual Maragall acepte la reforma de los Estatutos de autonomía de acuerdo a los límites que marca la Constitución española.
Se puede pensar que es el mejor antecedente de cara al inminente congreso andaluz. Se ha conseguido que cada una de las delegaciones vuelva con logros concretos que presentar en sus respectivas provincias. Aún así, en el seno de la más potente, la de Sevilla, se masculla un sabor agridulce. Por un lado, se muestran satisfechos por la inclusión de Maribel Montaño, con la que se sienten representados, no como antes ocurría con Isabel Pozuelo, pero por otro, no deja de ser ésta una alternativa al verdadero deseo que albergaban que no era otro más que colocar a su líder, José Caballos.
Así las cosas, se abre el camino, esta semana, para lecturas de todo tipo sobre quién ha ganado y quién puede estar en retroceso, pero en todo caso, no deja de ser un puro entretenimiento de cara al cónclave regional en donde se pueden, de nuevo, reproducir con más virulencia si cabe las tensiones que se han puesto en evidencia en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid.
De modo que se requiere, otra vez, mucha fineza, mucho trabajo interno, para evitar que la sangre no llegue al río con tal de tener un congreso regional en Granada relativamente en paz.
Con todo, conviene subrayar como se sitúa en el primer plano de la política nacional, Alfonso Perales a quien algunos, tras su salida del Gobierno andaluz, le daban poco menos que por muerto. Algo de lo mismo se puede decir de la incorporación, también, a la Ejecutiva de Javier Torres Vela. Además, la presencia de Mar Moreno confirma que su pertenencia a un órgano dirección de partido no tiene por qué ser incompatible con su condición de presidenta del Parlamento andaluz.
A pesar de todo, no sería de extrañar que en estos días asistamos al espectáculo de más de un avispado apuntándose el tanto de la inclusión de tal o cual en dicha ejecutiva para mantener así el tipo ante los suyos. De todo tiene que haber en el seno de una organización, como la andaluza, que goza con más respeto que nunca dentro del partido estando encabezada, para colmo, por un líder como Manuel Chaves que parece vivir, sin duda alguna, su mejor momento político.
Más agitada aparece, desde luego, la familia andalucista. Lo sucedido con el Consejo Andalucista pronunciándose a favor de la celebración del congreso en los meses de noviembre o diciembre, en contraposición así a los deseos del actual secretario general, Antonio Ortega, tiene que hacer pensar a éste sobre el grado de apoyos internos con el que realmente cuenta de cara a su reelección.
Él deseaba que fuera en octubre y lo críticos, mientras más tarde mejor, por lo que se pueden considerar ganadores de esta primera batalla. Pero puede que no sea la última. Ahora los esfuerzos por parte de éstos se centrarán en lograr que el comité organizador designado por dicho Consejo Andalucista conforme un congreso que vaya más allá de la reelección del secretario general, y que se configure como un punto en el que todo se pueda discutir para llegar a su refundación. Situado en esas coordenadas el congreso, Ortega lo tendría más difícil aún para seguir al frente del partido.
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