Aviones para las islas Afortunadas
Binter Canarias invierte 96 millones de euros en renovar la mitad de su flota aérea
Los nuevos propietarios de Binter Canarias acaban de suscribir un contrato con la fábrica francesa de aviones turbohélices ATR para adquirir seis aparatos de la nueva serie 72-500 en los próximos ocho meses. El primero de los aviones llegó a Gran Canaria hace unos días. El resto se entregará en los próximos meses, a medida que terminen su ensamblaje en Toulouse. La operación tiene un coste de 96 millones de euros, a los que Binter resta la facturación correspondiente a seis ATR72-200 con 13 años de antigüedad y más de 60.000 vuelos, cuyo estado de mantenimiento ha sido valorado como "excelente" por los técnicos franceses.
El consorcio de empresarios canarios inicialmente llamado Hesperia Inversiones adquirió a Iberia hace dos años su filial para las islas por algo más de 53 millones de euros. Ya como Binter Canarias, y animado por la entrada de un nuevo operador de vuelos interinsulares (Islas Airways, filial de la aerolínea venezolana Santa Bárbara), el nuevo consejo ha mejorado frecuencias y rutas, ha incrementado su oferta de plazas un 27% (de 2,8 millones de plazas al año a 3,6), ha invertido en un efectivo call center (para gestionar directamente consultas y compra de billetes por teléfono), ha cambiado su imagen corporativa y ahora emprende la renovación del 50% de su flota. Binter Canarias facturó 111,15 millones de euros en 2002, con un beneficio antes de impuestos de 9,08 millones de euros. Su plantilla es de 407 empleados.
Binter Canarias apunta con sus proyectos a una expansión hacia las Azores, Madeira, Marruecos, Sáhara, Mauritania, Senegal, Cabo Verde y Ghana
Los nuevos ATR72-500 suponen la última generación de turbohélices surgidos de las naves situadas frente a las gigantescas instalaciones de Airbus. Equipados con dos nuevos motores Pratt&Whitney 127, de seis palas y 2.750 caballos de potencia, los ATR72-500 tienen autonomía hasta 1.205 kilómetros, 595 más que sus hermanos menores 72-200. Cada uno de ellos alcanza velocidades de 520 kilómetros por hora y altitud de 7.500 metros. La ampliación de su autonomía ha animado a los responsables de la aerolínea a ampliar su oferta de destinos hasta las Azores, Madeira, El Aaiun, Agadir, Rabat, Marraquech, Casablanca y, en una segunda fase, al África subsahariana, como Mauritania, Senegal y Cabo Verde, entre otros, indicó el director general, Andreas Blass, cuya trayectoria como directivo en otras aerolíneas incluye las marcas Spanair, SAS y Lufthansa.
Cada avión de Binter tiene programado una media de 13 vuelos diarios. Ningún otro cliente de ATR somete a sus aviones a tantos saltos diarios ni a tan poca distancia, reconoce John Moore, vicepresidente comercial de la fábrica francesa. Mientras el resto de operadores utiliza estos turbohélices para trayectos de 100 kilómetros de media, el viaje más largo en las islas está en los 40 kilómetros que separan Lanzarote de Tenerife
Sin embargo "el equipo de mantenimiento de Binter es muy profesional", añade Paolo Revelli-Beaumont, senior vicepresidente comercial de ATR. A pesar de los 13 años de servicio en las islas, de las especiales condiciones del clima y la geografía y de los más de 60.000 vuelos registrados, los inspectores franceses han valorado muy alto al equipo de mantenimiento de la aerolínea canaria.
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